CASTELLÓ. La empresa FCC, encargada de la recogida de restos de poda en Almassora, ha superado las 18 toneladas de residuos durante los 12 servicios realizados desde el pasado mes de mayo. A falta de dos salidas para finalizar la campaña, consistorio y empresa han valorado como muy satisfactorio el incremento de solicitudes por parte de la ciudadanía, que entre mayo y julio ha permitido recuperar 15 toneladas de poda más que en 2018.
Las personas interesadas en depositar restos de poda también tendrán el servicio activo durante el mes de septiembre. Para ello, deben solicitar la retirada mediante una llamada telefónica al 964 34 10 13, en la que cada usuario tendrá que facilitar al personal de FCC los datos de contacto, la ubicación del punto de retirada y el tipo de residuos. Tras concertar la cita, los usuarios deberán dejar los restos en el exterior de la propiedad.
El concejal de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, ha incidido en la concienciación ciudadana "como la clave del éxito de esta herramienta que facilita enormemente la tarea de agricultores y propietarios de fincas y, al mismo tiempo, nos ayuda a prevenir los incendios de maleza en una época de alto riesgo". Así pues, Trenco ha agradecido el uso de este servicio desde mediados de mayo con el objetivo, también, de mejorar la imagen de Almassora.
La oferta del servicio afecta a todo el municipio, desde el casco urbano hasta las zonas más alejadas de la localidad. Así, las fincas de cultivo y huertos ubicadas en Santa Quitèria, en el secano o en las parcelas del distrito marítimo también se pueden acoger a esta iniciativa que complementa al servicio de recogida de voluminosos.
En este caso, el edil ha recordado que el servicio continúa activo durante el verano con la frecuencia semanal habitual. Los propietarios únicamente tienen que contactar con el teléfono 964 21 61 34 para solicitar la retirada gratuita que realiza la empresa todos los lunes y depositar los enseres en la puerta de la vivienda una vez concertada la cita. El abandono de muebles, electrodomésticos u otros objetos en la vía pública está contemplado como infracción en la ordenanza de convivencia y puede conllevar sanciones de hasta 6.000 euros.