CASTELLÓ. La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, y el gabinete externo que ha redactado el proyecto han presentado al vecindario de Fátima la remodelación del barrio prevista para 2022 y que supondrá remodelar la sede social actual e incorporar un nuevo bajo al catálogo de centros municipales. El presupuesto de ambas rebasará los 400.000 euros y permitirá poner a punto dos edificios con la cofinanciación de los fondos FEDER de la Unión Europea.
Galí ha visitado esta semana el centro social de Fátima junto a la concejala de Relaciones Vecinales, María Luisa Renau, y otros representantes municipales, así como arquitectos municipales y externos que han redactado las bases de la reforma integral de los centros. “Al local actual se incorporará otro, que está en el patrimonio del Ayuntamiento, y que se dedicará a oficinas para las asociaciones y sala de reuniones”, avanzó la alcaldesa.
En concreto, la inversión del centro social actual está valorada en 280.000 euros y tiene un plazo de ejecución de siete meses, mientras que la puesta a punto del local que está sin uso y que se adaptará a las necesidades del barrio cuenta con un presupuesto de 170.000 euros y cinco meses de ejecución de obras.
En el caso del centro social de Fátima, la intervención afecta a un bajo de 250 metros cuadrados construidos que habilitará una gran sala polivalente de 141 metros cuadrados útiles y otra más pequeña de 53 metros cuadrados, además de aseos adaptados y acceso desde la plaza Virgen de Fátima y calle San Pablo para actividades compatibles en el tiempo y un diseño que primará la iluminación.
Por su parte, la adaptación del local, sin uso en la actualidad, en centro para las asociaciones de Fátima afectará a 188 metros cuadrados. Incluirá una sala de reuniones de 50 metros cuadrados, tres despachos de 18 metros cuadrados con su almacén cada uno de 5,5 metros cuadrados de superficie en todos los casos.
Para la primera edil, la inversión en estos puntos de reunión del vecindario supone “una apuesta decidida por recuperar la vida social del barrio frente a la disgregación y así rescatar de la periferia a Fátima y unirlo al resto del pueblo”. No en vano, el proyecto de regeneración de este distrito incorporará también el año que viene la nueva pista deportiva pump track, un parque público que servirá también de aulario para el alumnado y el propio colegio Santa Quitèria.
“Toda la pastilla de solares sin uso se convertirá en nexo de unión y nueva fuente de oportunidades para la gente que vive en esa zona, además de que entendemos que llevar una dotación pública de esta envergadura actuará como motor dinamizador”, en palabras de la alcaldesa, que ha pedido disculpas de antemano por las molestias que causarán todas las obras para poner en valor el barrio.