MURCIA. Dicen que los amores maduros son los mejores, ya sabes qué es lo importante, el mercado ya no es tan activo y se requiere eficiencia para tener éxito. Sin embargo, el cortejo en este caso puede ser mucho más complicado; va a depender de la presión de las familias, la urgencia del supervisor o de la necesidad financiera. También pesan las experiencias anteriores, ambos saben que ahora hay buenas palabras, grandes promesas, pero lo que no ve la novia antes del altar… BBVA ronda a Sabadell ya varios años porque necesita crecer en su país natal. En 2020 el Sabadell estaba en una posición negociadora más débil pero la buena gestión realizada en los últimos años le posiciona más fuerte para negociar.
¿Y los egos...? Aunque más domesticados, tienen su peso en la negociación. Nos referimos a los altos directivos de la compañía que sienten que pueden seguir solos tras el esfuerzo realizado. Otros factores relevantes a considerar sería la posición en que queda la entidad que pierde el apellido, tendrían vicepresidencia, el 20% del consejo y además mantendrán los dos sus casas operativas en Bilbao y en Barcelona. Esto, en el caso de amores maduros, es muy importante ya que uno sabe lo que no quiere; sin embargo, la oferta no incluye posiciones de gestión… y las promesas de mantener tu casa y la mía pueden ser cambiadas en el futuro.
Ahora se acercan nubes de fin de ciclo, por eso vamos viendo que se retoman las operaciones corporativas. BBVA ofrece solo acciones (4,83x) aprovechando el ciclo alcista y la valoración muy alta de sus acciones, pero la volatilidad del título y la caída de un 10% desde el anuncio hacen menos atractiva la operación y por eso la oferta fue rechazada por el Consejo del Sabadell.
Los acontecimientos nos traen a la mente la violenta concentración posterior a la crisis de 2008; los innumerables errores, la cantidad de demandas que dieron al traste incluso con el entonces gobernador del Banco de España, D. Miguel Ángel Fernández Ordoñez, más de cuarenta mil millones de euros perdidos por ayuda a la banca, la reducción de 54 entidades a tan solo 10, los empleos perdidos y…. ¿más de lo mismo? ¿OPA hostil? ¿en serio?
"Los directivos que han remontado de la crisis son los que pueden seguir solos, pero el ciclo alcista en banca que hemos vivido los últimos años parece que ha llegado a su fin"
Tampoco tuvieron capacidad de negociación los bancos absorbidos en las dos fusiones anteriores, me refiero al regalo del Banco Popular para el Santander y Bankia para Caixabank. En ambos casos, el Gobierno precipitó la intervención; recordemos que el Popular fue el primer banco intervenido por el proceso de Bail-in cuando meses anteriores paso con éxito los test de estrés, y donde no solo perdieron los accionistas, sino también los obligacionistas convertibles. Llama la atención que Blackstone, entonces accionista del Popular salió a tiempo y luego compró gran parte de los activos inmobiliarios adjudicados a Banco Santander. Y no digamos Bankia, propiedad del Gobierno de España por las ayudas recibidas y que no devolvió al mercado financiero, sino que en una operación de la noche a la mañana es vendida al grupo Caixa a una relación de canje que otorgaba una valoración muy baja a las acciones de la absorbida; el argumento esgrimido para no devolver a la entidad al mercado y sí decidirse por la venta sería la necesaria concentración del mercado bancario español. Para el supervisor claramente menos entidades y más grandes son más fáciles de controlar, menor riesgo de impago, pero para el ciudadano es oligopolio.
Existe otro aspecto a considerar, Sabadell no tiene familia reconocida tras la salida progresiva de las fortunas catalanas que ejercían ese papel, y la mayor parte de su accionariado está en manos de grandes fondos de inversión (53%) y un 47% restante de inversores minoristas. Si nos referimos a fondos de inversión destacaríamos: BlackRock con un 3,6%, Vanguard con un 3,4%, David Martínez representando a fortunas mexicanas con un 3,4%, Norges Bank con un 3,1% o Fintech Europe con un 3,1%, todos sin ambiciones políticas en el Sabadell, por lo que podía interesarles hacer caja. BlackRock también posee un 5,45% del BBVA por lo que sería el accionista dominante -con un 5,25%- de la fusión entre ambos bancos. Los directivos que han conseguido remontar de la crisis son los que aseguran que pueden seguir solos, pero el ciclo alcista en banca que hemos vivido los últimos años parece que ha llegado a su fin. Ellos son también los que más tienen que perder ya que sabemos lo que ocurre con las sinergias de las fusiones, reducción de oficinas y personal, cada caso es particular dependiendo de las duplicidades, pero hablaríamos al menos de un tercio de la sociedad absorbida.
Los altos directivos no quieren vender; entonces serán los fondos de inversión los que están moviendo la operación, son maestros de las concentraciones y buscan el poder del monopolio. Sólo queda plantear cuál es la opinión de la parte política que tiene mucho que decir: hasta ahora apostaban por la concentración, pero hemos de tener en cuenta que la concentración (C3) alcanzaría más 75% del negocio en tres grupos. Europa y Estados Unidos no llegan al 50%. Políticamente significaría un esquema de reparto territorial: Santander cántabro y castellano, BBVA vasco y Caixabank catalán.
Esta concentración reduce las opciones de financiación de las pymes. El mercado español ya es oligárquico por las relaciones entre grandes grupos y supervisores y en este caso se consolidaría. Las últimas declaraciones del Gobierno no son a favor y afirma que no recibirá la autorización correspondiente de competencia. Desde finales de abril, cuando empezaron los rumores de fusión, el BBVA bajó un 5,5%, mientras que el Sabadell subió un 4,5% ¿el mercado no ve con buenos ojos la fusión?
BBVA no parece muy hábil con esto de los amores a la fuerza. Ya fracasó hace mucho tiempo en una OPA hostil sobre Banesto que luego fue entregado gratis a Santander. Sinceramente los mortales nunca sabremos qué está pasando en la trastienda. Prefiero quedarme con la imagen antigua de esa trastienda con una pareja que aprovecha la oscuridad para demostrarse el amor.