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Antiguos becarios: en busca de la cotización perdida  

La medida contempla beneficios también para antiguos becarios ya que recoge la opción de suscribir un convenio especial que posibilite el cómputo de la cotización por los periodos de formación o realización de prácticas no laborales y académicas realizados antes de la entrada en vigor de esta norma y hasta un máximo de cinco años

jueves, 04 julio 2024

Todos los alumnos universitarios y de formación profesional que realicen prácticas formativas o prácticas académicas externas (remuneradas o no) incluidas en programas de formación cotizan a la Seguridad Social desde el 1 de enero de 2024 y tienen una mayor protección. Hasta ahora solo existía la obligación de dar de alta a los alumnos que llevaban a cabo prácticas remuneradas.

Se trata de una extensión de derechos que beneficia a los más jóvenes que, de este modo, podrán comenzar una carrera de cotización que les permitirá generar derechos a futuro, puesto que supondrá el reconocimiento de este tiempo como cotizado a efectos de la futura pensión.

Estos jóvenes estarán, además, más protegidos durante el desempeño de sus prácticas, por ejemplo, en caso de accidente.

La medida contempla beneficios también para antiguos becarios ya que recoge la opción de suscribir un convenio especial que posibilite el cómputo de la cotización por los periodos de formación o realización de prácticas no laborales y académicas realizados antes de la entrada en vigor de esta norma y hasta un máximo de cinco años. 

Hablamos con Enrique Devesa, investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y profesor de la Universidad de Valencia, explica que esta medida busca corregir una laguna histórica en el reconocimiento de las prácticas formativas. Durante años, los becarios no han tenido la obligación de cotizar, lo que resultaba en una falta de reconocimiento de estos periodos en términos de seguridad social. Con la nueva normativa, todos los contratos de prácticas deben cotizar, lo que permite a los estudiantes ganar derechos que antes no tenían.

La medida, según Devesa, se enfrenta a la dificultad de "comprar" años de cotización no reconocidos en el pasado. Esto significa que los antiguos becarios que deseen que se les reconozcan estos años deben pagar una cuota considerable. La cuota a pagar incluye tanto la parte del trabajador como una gran parte de la cuota empresarial, a pesar de una exención del 23% de esta última. Aun así, esto representa un desembolso del 77% de la base mínima del Grupo 7, significativamente más de lo que habrían pagado si hubieran cotizado en su momento.

Destaca que esta medida es beneficiosa en teoría, ya que permite recuperar años de trabajo no cotizados, lo cual es crucial para la futura pensión. Sin embargo, la realidad es más compleja. El coste elevado de esta "compra" de años de cotización puede no justificar el beneficio recibido, especialmente para aquellos que han cotizado en otros periodos y que tienen otros años para completar su historial de cotización.

Uno de los aspectos clave que los antiguos becarios deben considerar es el cálculo de la pensión. La Seguridad Social en España requiere al menos 15 años de cotización para acceder a una pensión contributiva, y utiliza los últimos 25 años de cotización para calcular la pensión. Por tanto, años de cotización anteriores a estos 25 años podrían no ser relevantes para muchos, a menos que necesiten alcanzar los 37 años cotizados para obtener el 100% de la base reguladora.

En cuanto a los nuevos becarios que comienzan en 2024, la situación es diferente. Estos estudiantes comenzarán a cotizar desde sus primeras prácticas, lo que significa que estarán pagando solo la parte del trabajador, aproximadamente el 5% de la base de cotización, mientras que el empresario paga alrededor del 24%. Esta proporción es mucho más favorable en comparación con los antiguos becarios que deben cubrir casi toda la cuota.

Sugiere que la medida puede ser más o menos beneficiosa dependiendo de las circunstancias individuales de cada becario. Aquellos que todavía tienen muchos años por delante hasta la jubilación podrían no necesitar recurrir a la "compra" de años cotizados, mientras que los que están más cerca de la jubilación pueden encontrar beneficios en hacerlo, dependiendo de su historial de cotización y de cómo esto impactaría en su pensión futura.

Recomienda que cada caso debe ser evaluado individualmente. La decisión de "comprar" años de cotización debería basarse en un análisis detallado de la situación personal de cada becario, considerando sus años cotizados, su base reguladora y el impacto potencial en su pensión. Por ejemplo sería positivo consultar a un asesor especializado para tomar una decisión informada y maximizar los beneficios de la nueva normativa.

La nueva medida de cotización para becarios en España representa un avance importante en el reconocimiento de los derechos laborales de los estudiantes en prácticas. Sin embargo, la implementación de esta medida y su efectividad en mejorar la futura pensión de los becarios dependerá en gran medida de las circunstancias individuales y de un análisis cuidadoso de los costes y beneficios implicados.


Dirección: Rafa Lupión | Redacción: Lucía Nadal | Producción: Nacho Guerrero

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