CASTELLÓ. Sentimiento Albinegro consiguió este martes su primer triunfo en los tribunales. Lo hizo al sentar en el banquillo de los acusados a Castellnou 2005, la mercantil liderada por Antonio Blasco, José Manuel García Osuna y el fallecido José Laparra, que de 2005 a 2012 tuvo el control total de la gestión del CD Castellón.
Doce años después, un grupo de accionistas minoritarios encabezados por Conrado Marín, a la postre el demandante, pelea en el juicio iniciado en la Audiencia Provincial por la restitución del presunto daño económico causado a la centenaria entidad de Castalia. Y su lucha tendrá repercusiones monetarias, positivas, para las arcas del club albinegro.
De las once personas denunciadas: Antonio Blasco, para quien la Fiscalía solicitaba una pena de 23 años y medio de prisión; Miguel Ángel Ludeña (13 años y medio), José Manuel García Osuna (10); Álvaro Rodríguez-Hesles (10); Fernando Giner (5); Ignacio Verdoy (5); Francisco Javier García (4); Jesús Jiménez (2,5); Pedro Peñalver (2,5), Javier Tárraga (2) y Fernando Miralles, solo dos no se han declarado culpables reconociendo los hechos: José Manuel García Osuna y Álvaro Rodríguez-Hesles, que, por tanto, siguen adelante en el juicio.
De esta manera, en la jornada inicial del juicio, Javier Tárraga, Ignacio Verdoy, Fernando Giner, Miguel Ángel Ludeña y Antonio Blasco se declararon culpables, en boca de su abogado, José Cano Coloma, de los delitos de los que se les acusa, lo que evidencia que han alcanzado un pacto con el Ministerio Fiscal. Según fuentes judiciales, los acuerdos tienen como contraprestación diferentes cantidades económicas. La más importante corresponde al que fuera consejero delegado del CD Castellón, Antonio Blasco, cuyo importe ronda el millón de euros. En el caso de Ludeña, gerente del club en esa época, es seguro que también habrá una indemnización económica, aunque de mucha menor cuantía.
En conjunto, la Fiscalía pedía la restitución de 7 millones de euros por el supuesto desfalco del club, aunque desde Sentimiento Albinegro siempre se ha trasladado que la cantidad podría ser mucho mayor, ya que mucha documentación ha desaparecido.
Con el acuerdo, los acusados esperan evitar las penas de prisión, algo que el juez todavía debe determinar. No en vano, la restitución del daño causado (y también la dilación del procedimiento, que se ha prolongado durante más de diez años) son dos atenuantes.
Otros tres encausados fueron exculpados debido a la prescripción de los delitos. Fue el caso de Pedro Peñalver, Francisco Javier García y Jesús Jiménez, que poco después declaró como testigo.
García Osuna insistió en su declaración en la que ha sido su línea de defensa: Antonio Blasco era la persona que movía los hilos en el apartado de gestión económica y toma de decisiones en el día a día y él solo se encargó de la parcela deportiva, para señalar incluso a la "crisis" económica mundial como causante del daño al club. El que fue máximo accionista del Castellón manifestó ante el juez que se desvinculó de su cargo ejecutivo en el club tras una reunión en Denia y que posteriormente no fue ya el responsable de las decisiones que se tomaron en la parcela deportiva. Entre ellas, las que motivaron el descenso administrativo a Tercera División por impago de la deuda con la Asociación de Futbolistas de España (AFE), acerca de la cual dijo ser el único que había aportado 97.000 euros de los casi 300.000 a ingresar en dicha entidad, mientras que Blasco le aseguró que una empresa suiza iba a hacerse cargo del resto.
Por su parte Rodríguez-Hesles manifestó que llegó a Castellnou de la mano de su amigo Laparra y que su papel fue mínimo y sin atribución alguna a pesar de que se encargaba de los recursos y su tramitación a la federación española.
Hoy tendrá lugar la segunda jornada de declaración de testigos. Este martes lo hicieron, entre otros, Jesús Jiménez, Conrado Marín, Guillermo Sanahuja o Pedro Fernández Cuesta en su condición de ex trabajadores de la entidad en aquella época.