Apartamentos turísticos: un conflicto enquistado 

La proliferación de apartamentos turísticos en España está siendo noticia en los últimos días. Las críticas del sector hotelero contra la vivienda turística no son nuevas, pero se han intensificado en las últimas semanas, sobre todo al calor de las protestas ciudadanas que se están registrando en diferentes comunidades autónomas. 

Por otra parte, en diferentes foros por internet, comentarios en las noticias, etc., también es habitual leer duros reproches lanzados por propietarios y gestores de viviendas turísticas contra el sector hotelero. 

¿Cuáles son las principales quejas por parte de hoteleros y vecinos? y ¿ Qué argumentan desde los propios apartamentos turísticos para defender su expansión? 

Recientemente, la Federación Catalana de Apartamentos Turísticos organizó un debate donde participaron diversos expertos del ámbito económico, legal y de Big Data, convocados para abordar un tema candente: la creciente confrontación entre hoteleros y viviendas turísticas en el sector turístico.

Hablamos con Xavier Canalís, periodista de Hosteltur.com, medio especializado en turismo. Nos decía Canalís que el diagnóstico unánime entre los participantes del debate fue claro: existe un clima de confrontación cada vez más acusado entre hoteleros y propietarios de viviendas turísticas. Esta tensión, según los expertos, podría resultar perjudicial para todos los actores involucrados en la industria turística, desde grandes compañías hasta pequeñas empresas locales.

Los expertos apuntan hacia una solución que involucre principalmente a los municipios, quienes deberían regular la oferta de alojamiento de acuerdo a las necesidades y características de cada localidad.

Sin embargo, la falta de diálogo entre hoteleros y propietarios de viviendas turísticas agrava la situación. Canalís lamenta que los puentes de comunicación entre ambos sectores están rotos, lo cual no beneficia a ninguna de las partes ni a la sociedad en general.

Ante este panorama, surge la pregunta sobre cómo terminará este conflicto. Canalís advierte que, de no establecerse un diálogo constructivo entre ambas partes, la administración podría verse obligada a intervenir bajo la presión de las protestas ciudadanas, lo cual podría resultar en regulaciones desfavorables para todos los involucrados.

Por su parte, Miguel Ángel Sotillos, presidente de la Federación Española de Viviendas Turísticas, destaca que las viviendas turísticas no buscan confrontación con nadie. Más bien, el sector enfrenta constantemente críticas negativas, pero afirma que su enfoque se centra en trabajar con las autoridades locales, autonómicas y nacionales para establecer pautas de trabajo y legislación que brinden seguridad jurídica.

En cuanto a las críticas sobre el aumento de las viviendas turísticas, especialmente en los centros históricos y otros barrios, Sotillos enfatiza en la importancia de los datos objetivos. Según él, las viviendas turísticas representan solo el 1.15% del total de viviendas construidas en España, y el porcentaje de viviendas en alquiler turístico con respecto al alquiler anual es igualmente bajo en la mayoría de las ciudades.

Sotillos señala que más del 90% de estas viviendas son propiedad de un solo propietario, desmintiendo la idea de que grandes grupos de inversión están dominando el mercado.

Respecto a la relación con hoteleros y vecinos, Sotillos sostiene que el sector de las viviendas turísticas busca un clima de colaboración. Sin embargo, lamenta que a menudo se les escuche poco y se les atribuya una mala prensa injustamente. Destaca la importancia de la profesionalización del sector y el diálogo con las autoridades y la comunidad para minimizar cualquier posible impacto negativo.

Por último, el presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales, Julio Molina,  ha destacado que una de las principales preocupaciones de las asociaciones vecinales es el acceso a la vivienda. Señaló que los altos precios están dificultando enormemente la posibilidad de acceder a una vivienda digna, e incluso están expulsando a vecinos de sus propias casas.  

En cuanto al conflicto entre vecinos y viviendas turísticas, Molina reconoce que es un tema complejo. Si bien comprende que no todos los propietarios de viviendas turísticas son responsables de los problemas, la realidad es que la expansión de este tipo de alojamiento está generando tensiones en muchas comunidades. 

En cuanto al diálogo y la implicación del gobierno en la resolución de estos problemas, Molina expresó su esperanza de que se tomen medidas urgentes. Se refirió a la necesidad de leyes que protejan el derecho de los vecinos a vivir en paz y con dignidad, así como a tener acceso a viviendas a precios razonables. Destacó la importancia de trabajar en colaboración con el gobierno y otros actores relevantes para abordar estos desafíos de manera efectiva.