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EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

Aprender a invertir de los que más fortuna acumulan

Foto: SILVIA FABREGAT
2/10/2024 - 

No será la primera vez en la que escuchara que la brecha entre ricos y pobres es cada vez más amplia. Los que más tienen, incrementan sus posesiones y viceversa. Aquí no será cuestión de analizar si esto es justo o no. En cambio, si me perece interesante conocer y entender los mecanismos que aprovechan las personas más adineradas para hacer crecer sus finanzas personales con tanto éxito.

Para ello hemos ‘hojeado’ en el estudio recientemente publicado por la banca privada suiza que observa el comportamiento de inversión de las grandes fortunas a nivel mundial. Aunque uno podría pensar que no es representativo para aplicarlo a las propias finanzas por no pertenecer a este colectivo de inversores, si sirve como fuente de aprendizaje. Obviamente cuanto mayor es el capital que se pone a trabajar, mayor será el retorno en cantidad, pero lo fundamental es la tasa porcentual del incremento, y esta no depende del volumen.

Curiosamente el estudio revela que, a la hora de invertir, los ahorradores suelen cometer el clásico error de sobrevalorar el aspecto del ‘timing’ de una compra o una venta, como también el potencial de un activo a corto plazo. Sin duda, pueden ser aspectos interesantes, pero de normal y a pesar de sus apariencias, irrelevantes o como mucho secundario. El éxito a largo plazo no se consigue con pronósticos poco fundamentados, sino que es consecuencia de una estrategia de inversión optima y fruto de la selección de los activos con mayor potencial.

El informe también concluye que para construir y hacer crecer un patrimonio de manera consistente hace falta espíritu emprendedor. ¡Quien busca lograrlo mediante inversiones que solo recompensan con la tasa libre de riesgo, complicado lo tiene! Es indispensable asumir algo de riesgo y por ello no sorprende que las fortunas adineradas invierten el 50% de sus ahorros en Renta Variable cotizada y también no cotizada. Es el activo que a largo plazo tiende a ser el más atractivo de entre todos. Un hecho que contrasta de manera radical con los datos recogidos de los inversores comunes, que manifiestan tener solo un 17% de sus ahorros invertido en Acciones. Estos últimos en cambio y muy probablemente debido al deseo de querer tener su propia vivienda en propiedad, destinan el 47% a la inversión inmobiliaria, cuando las grandes fortunas solo tienen concentrado allí un 10% de su patrimonio.

Sorprende tal circunstancia porque dejaría entrever que el principal motor generador de la riqueza en el mundo no es el ladrillo sino la Renta Variable. Sin duda, gran parte de la población y en especial en España, habría sugerido aquí todo menos las acciones. Mientras parece ser que la gran masa de ahorradores equivocadamente sobrevalora el potencial de la rentabilidad neta y subestima los riesgos relacionados a la inversión inmobiliaria de manera sistemática, los inversores sofisticados destacan por una actitud mucho mas prudente en este tipo de activo.

Por otro lado, no sorprende que el factor de la liquidez y la disponibilidad para hacer frente a contratiempos inesperados se tiene muy en cuenta entre los que más saben para acumular capital. El dinero invertido en cuentas a la vista representa un 10% del total patrimonio de las fortunas analizadas en su conjunto global. Luego hay un peso considerable también invertido en deuda a tipo fijo, con la mayor parte en letras del tesoro en combinación con bonos corporativos y deuda privada. En suma, la Renta Fija representa un 21%. Demuestra que la búsqueda hacia la seguridad y protección también es una necesidad en los grandes patrimonios, aunque no en excesiva medida, lo que también demuestra la exposición a oro. Según el informe, solamente un 1% esta invertido en el metal amarillo. Esta baja penetración no solo se da en este último sino también en las materias primas como también en proyectos de infraestructura. El estudio recoge que el veredicto sobre estas clases de activo es que en el largo plazo son consideradas inversiones no lucrativas y que la exposición a volatilidad es similar a la renta variable.

La conclusión para el inversor menos sofisticado es que no hay que buscar tan lejos para encontrar activos que garantizan prosperidad a largo plazo. Es hora de perder el miedo a la renta variable, que es de lo más tradicional que existe. Como bien dijo una vez el oráculo de Omaha (Warren Buffet), la diferencia entre inversores buenos y muy buenos es que los últimos suelen decir NO a casi todo a lo que se les ofrece como alternativa novedosa de inversión. O, dicho de otra manera: quedarse con lo conocido y no aventurarse en búsqueda de fantasías es lo que esta funcionando con cierta garantía.

Christian Dürr es socio-director de ETICA Patrimonios EAF

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