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Apuestas deportivas: la mafia juega en casa


Blanqueo de dinero, amaño de partidos y hasta amistosos con una selección ficticia. Las apuestas deportivas son el instrumento favorito de mafias asiáticas, que no tienen límites a la hora de corromper a deportistas, árbitros y hasta federaciones.

| 03/04/2016 | 8 min, 19 seg

VALENCIA. Las apuestas deportivas son la manera más rentable de blanquear dinero». La afirmación es de Laurent Vidal, profesor en La Sorbonne y autor de un informe sobre la manipulación de competiciones. El parisino asegura que «ciertas casas de apuestas asiáticas aseguran un retorno (euros blanqueados en función de los euros destinados a serlo, teniendo en cuenta la comisión del operador y la desventaja del jugador) del 95% de la cantidad apostada; con otros métodos como las empresas offshore que blanquean dinero procedente de la droga, las armas o la prostitución consiguen recuperar como máximo un 60% de lo blanqueado».

"Se sabe que muchas casas de apuestas están relacionadas con los amaños de partidos y el crimen organizado"

Entramos de lleno en la distinción entre operador responsable y no responsable. La clave para evitar ese mal uso de las apuestas es «limitar el retorno al jugador», como es el caso en la Unión Europea, donde el sistema de licencias regula los tipos de apuestas.

Sin embargo, dichas reglamentaciones tienen sus limitaciones, al no poder controlar las casas de apuestas ubicadas fuera de la UE, principalmente en Asia, donde «se sabe que algunas casas de apuestas están estrechamente vinculadas con las mafias», subraya Laurent Vidal, que apunta al operador SBO Bet y recuerda que operadores asiáticos adquieren famosas casas de apuestas como Bwin.

«El deporte representa valores y es un problema que los niños vean los logotipos de empresas más o menos vinculadas con el crimen organizado sobre las camisetas de sus equipos favoritos». Por si fuera poco, la atracción de las mafias hacia las apuestas va mucho más allá del blanqueo de dinero, ya que éstas buscan aumentar sus beneficios manipulando los partidos.

El cártel de Singapur

Tras el famoso escándalo de amaños de partidos de fútbol en Italia del 2012 se esconde el cártel de Singapur. Encabezados por Dan Tan Seet Eng, varios empresarios usaban como tapaderas empresas de organización de eventos deportivos, de import-export o salones de masajes para amañar partidos. A través de una sofisticada red y ejecutores, principalmente originarios de los Balcanes, han logrado amañar centenares de partidos desde el año 2008.

Capaz de invertir centenares de miles de euros en un solo partido, Dan Tan corrompía así a jugadores, árbitros, directivos y hasta federaciones. La máquina estaba perfectamente engrasada, llegando incluso a organizar un partido amistoso entre Bahrein y una selección de Togo ficticia, hasta que uno de sus hombres fuertes, Wilson Perumal, delatado por el mismo Dan Tan por un ajuste de cuentas, fue detenido en 2011. Éste último empezó a colaborar con las autoridades de varios países, llegando incluso a publicar su biografía en Hungría. Dan Tan fue detenido en Singapur y puesto en prisión preventiva durante dos años (la legislación local permite hasta cuatro años), liberado y nuevamente detenido, una semana más tarde, el pasado 1 de diciembre. Dos meses antes, Rajendar Prasad Rai (42 años) y Shree ManishKalra (22 años) fueron detenidos por corrupción en relación a tres partidos amistosos disputados en Turquía en el año 2013; podrían ser condenados hasta con cinco años de prisión y 62.600 euros de multa. Sin embargo, Dan Tan, como muchos otros, se beneficia de la complejidad de la prueba.

La prueba del amaño

Más allá de casos flagrantes como los del jugador de balonmano francés Nikola Karabatic  o del tenista Davydenko —que se retiró en el tercer set de un partido fingiendo una lesión, provocando que Betfair anulara las apuestas—, los casos de amaños son muy difíciles de demostrar: «He tenido casos, de los que no puedo hablar, en los que jugadores de Segunda B han estado involucrados, pero que no han llegado a ningún sitio, porque es muy difícil demostrar que hubo algo», asegura el abogado Juan de Dios Crespo, cuyo despacho representa actualmente a cinco jugadores del Levante y del Zaragoza en el asunto de compra de partido por parte del equipo maño.

En este caso, la prueba del amaño es todavía más complicada, al no haber apuesta, tal y como recuerda el abogado valenciano: «Si de verdad hubo compra, ¿por qué no se apostó?». Eso sí, el letrado reconoce el gran avance en la lucha contra los amaños al ser preguntado por el caso Descarga: «En ese momento no existía una legislación penal sobre este tema, ahora los hechos se persiguen».

¿Cómo demostrar que un jugador no se esforzó al máximo o que su error no fue fortuito? Alfredo Lorenzo, director del Departamento de Seguridad e Integridad de la Liga de Fútbol Profesional, explica que, además del trabajo de prevención e información mediante talleres con los 42 equipos de la Liga, actúan sobre partidos sospechosos: «Cuando salta una alerta, visualizamos el partido en cuestión con especialistas que valoran si los actos de un jugador o de un equipo son normales. No es un peritaje, sino un informe que determina, por ejemplo, si un defensa está fuera de su posición en varios goles. No incriminamos, sólo aportamos indicios».

¿Y cuándo salta una alerta sobre un partido?: «Las fuentes de información son muy variadas: jugadores, técnicos o directivos nos alertan de cosas, como ocurrió en el caso de Osasuna. También trabajamos con empresas de monitorización de casas de apuestas. Hay cerca de 80 factores sobre los que apostar por partido, y las variaciones de las cuotas de apuestas en directo pueden alertar sobre un posible amaño. Incluso las casas de apuestas retiran un partido de las apuestas cuando detectan una anomalía». Este último caso se debe a que la regulación en España y Europa es muy estricta y severa, pero ¿qué pasa con las casas de apuestas basadas en Asia? «Es otro mundo, ahí estamos ante redes mafiosas y crimen organizado», reconoce el directivo de la LFP.

Opacidad y pocos riesgos

El problema central es la opacidad de las casas de apuestas que operan fuera de la UE, ya que no se sabe quién está detrás: «Incluso algunas webs de apuestas se crean una mañana y desaparecen por la noche », apunta Laurent Vidal, que resalta la necesidad de «una cooperación entre Estados y una legislación internacional», por muy utópico que suene. Juan de Dios Crespo subraya la necesidad de limitar las apuestas, excluyendo las acciones individuales, legislar mejor y ser más duros, sobre todo en relación con las

mafias que directamente presionan o amenazan directamente sobre las pistas, algo muy común en las promesas del tenis masculino y femenino: «Se juegan poco más que una multa. Para ir a la cárcel hay que hacer algo grave, como secuestrar a un familiar del deportista o agredir físicamente».

Tampoco exime de responsabilidad a las federaciones, a las que pide que sean más valientes: «Hay que ir con pies de plomo, pero no vale esconder un poco la cabeza, hay que ir a saco contra los corruptos, el dopaje y las apuestas». Laurent Vidal recuerda: «Algunos deportistas de disciplinas minoritarias vienen a avisarme de que los partidos son frecuentemente amañados porque no logran vivir de su deporte».

Juan de Dios Crespo añade que «las mafias de Singapur, Indonesia, Malasia y China tienen medios para estar presentes en todo el mundo. El mercado africano es el próximo objetivo, ya que allí hay más corrupción y poca tecnología para controlar».


LOS MAYORES ESCÁNDALOS

ITALIA: La trama de partidos amañados Calcioscomesse (2011 y 2012), que implicó a más de 50 jugadores, fue la estocada para la reputación del fútbol italiano. El actual seleccionador italiano, Antonio Conte, entonces entrenador del Siena, fue suspendido diez meses y el jugador Paolo Cannavaro, seis meses. Anteriormente, el escándalo del Calciopoli acabó con el descenso administrativo de la Juventus, la Fiorentina y la Lazio, así como con la suspensión de por vida del directivo de la Juventus Luciano Moggi y del vicepresidente de la federación italiana Innocenzo

Mazzini. El primer gran escándalo fue el Totonero: en 1980, el AC Milan y La Lazio descendieron a la Serie B por pactar el resultado de su partido; varios jugadores de la liga solían realizar apuestas ilegales sobre sus propios partidos. Uno de ellos, el campeón del Mundo y Balón de Oro de 1982 Paolo Rossi, fue suspendido dos años.


BOCHUM/SAPINA: el árbitro alemán de origen croata Ante Sapina dirigió una red de árbitros y jugadores para manipular resultados de la liga alemana. Condenado en el 2006 a tres años de cárcel, volvió a ingresar en prisión, implicado en una 50 de partidos, incluido un Liechtenstein-Finlandia clasificatorio para el Mundial de 2010. El tribunal de Bochum destapó la totalidad de la red que amañó cerca de doscientos partidos en toda Europa.


VALENCIENNES-OLYMPIQUE: en mayo de 1993, los jugadores del Valenciennes fueron contactados para «no meter la pierna» ante el Marsella, que se preparaba para disputar la final de la Champions League. Los jugadores denunciaron el intento de amaño y el presidente del Marsella, Bernard Tapie, fue condenado a dos años de cárcel mientras que el equipo fue desposeído de su título de campeón de Liga y relegado a segunda división.

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