VALÈNCIA (EP). El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha informado este viernes de que solo en su país han muerto 18.991 personas a causa de los terremotos registrados el lunes en la frontera sur con Siria, en donde las víctimas mortales ascienden a 3.384, siendo el total ya de 22.375.
Erdogan ha subrayado además que se han logrado poner a salvo a unas 75.000 personas a pesar de los "contratiempos" que han sufrido los equipos de rescate. Por su parte, la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior, ha detallado que el número de heridos asciende ya a 74.242, según ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Durante la madrugada, los servicios de emergencia han continuado rescatando a personas de debajo de los escombros cerca de 100 horas después de los seísmos, una tarea cada vez más complicada puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas.
Mientras continúa el trabajo de los servicios de emergencia, las autoridades turcas han prometido tomar medidas contra la negligencia en la construcción de viviendas, ya que se sospecha que la mala edificación de las mismas haya influido en el elevado número de muertes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha comunicado que un total de 97 países han ofrecido asistencia y que los equipos de búsqueda y rescate de otros 61 participan en las tareas de desescombro en las zonas afectadas. En total, sobre el terreno hay unas 6.810 personas colaborando procedentes de otras naciones.
Por su parte, los seísmos han dejado casi 3.384 personas muertas y 5.200 heridas en Siria, entre las cifras que ofrecen las autoridades sanitarias del Gobierno de Bashar al Assad y las de los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste), según Defensa Civil de Siria, conocida como 'cascos blancos'.
Ante esta situación, Naciones Unidas ha enviado ya un primer convoy de ayuda humanitaria a Siria a través del cruce fronterizo de Bab al Hawa, en el noroeste, del país. Este incluía hasta seis camiones con suministros de socorro y cobertizos, si bien Guterres ha recalcado que ya hay "más ayuda en camino".