MADRID (EP). La atleta española María Pérez, doble medallista olímpica, ha asegurado que los de Los Ángeles 2028 serán sus "últimos Juegos Olímpicos" y que después tratará de cumplir su sueño de "ser madre", lo que supondrá seguro "un punto y aparte" en su carrera deportiva.
"Los Ángeles 2028 son mi último ciclo olímpico. Este año he estado mirando cómo poder ser madre, cuando vuelva de Los Ángeles 2028 voy a ser madre. Va a ser mi punto final de mi carrera en Juegos Olímpicos. Voy a tener 32 años, es una edad perfecta para ser madre, para poder disfrutar", señaló durante una charla en el Marca Sport Weekend de Málaga. Además, reconoció que el deporte se lo ha dado "todo". "Soy ambiciosa, quiero más. Pero desde que empecé en el deporte, yo sé el principio de María Pérez y sé el final. No sé si la maternidad será el final de mi carrera deportiva, pero sí que va a ser un punto y aparte", manifestó.
Respecto al oro y la plata cosechados en París, explicó que "cambia la vida", pero hay "diferencia con el deporte profesional". "Nos cambia en muchos sentidos, somos más reconocidos, pero tenemos que conseguir algo que muy pocos pueden conseguir para, por unos momentos o por una hora, llegar a tener la misma repercusión que tiene un futbolista. Todavía nos queda por seguir avanzando", indicó.
"Me siento una privilegiada de haber logrado junto a Álvaro la triple corona para el atletismo español. Hay grandísimos deportistas del atletismo español, pero conseguir el mayor éxito de un deportista junto a un amigo, no tiene precio. La medalla de plata ya me sabía oro, pero ahora me siento una privilegiada de haber compartido una medalla con un amigo", prosiguió.
También habló de sus próximos planes. "En septiembre estaré en Tokio en el Mundial de atletismo. Voy a empezar a competir en marzo. No sé el calendario que voy a tener, necesito un año de relajación y después prometo estar a tope", dijo. Sobre el 2022, confesó que fue "el año más duro" de su carrera por culpa de su lesión, pero también el año que el que más ha "aprendido". "Siempre te vas a acordar de los malos momentos", apuntó.
Además, desveló que es "una persona masoquista" en los entrenamientos. "Jacinto me dice 'hace mucho calor'. ¿Qué calor? Calor ya pasé en Doha o en Tokio. Soy competitiva, me gusta poner el cuerpo al límite y creo que de las locuras que he hecho una de ellas fue el año pasado en el Mundial. Tuve 72 horas entre una prueba y otra. A veces esa competitividad te hace ponerte tan al límite que no sabes dónde está el límite", expresó. También desveló que le gustaría ser guía de un deportista paralímpico o paralímpica en un futuro. "Me gusta ayudar. Me lo propuso Susana -Rodríguez- '¿podemos hacer algún día un triatlón?', y le dije 'un duatlón', no ver el fondo me da miedo", dijo entre risas.
En otro orden de cosas, resaltó que sus padres son su gran referencia. "Gracias a mis padres soy quien soy. Practico un deporte donde el contacto en el suelo es la realidad, siempre tengo los pies en el suelo. Y gracias a ellos soy lo que soy y he aprendido a lo largo de la vida. Mis padres nunca se han metido en ninguna decisión que he tomado yo en el deporte, nunca han ido a mi entrenador a echarle nada en cara, nunca le han reprochado nada a nadie de mi equipo de trabajo. Cada vez que voy a Orce ayudo como una más. Cada uno somos como somos gracias a lo que hemos aprendido en nuestros primeros años de vida y a lo que hemos mamado desde casa", expuso.
"Todos los que estamos aquí somos lo que somos gracias a esas personas mayores que en su día lucharon para que nosotros tengamos los derechos que tenemos hoy. Y creo que hicieron un buen trabajo. Muchos de esos valores que han ido transmitiendo de generación en generación se han ido perdiendo, pero tenemos que volver a mirar hacia atrás y ver que la mujer a día de hoy corre maratones porque en Alemania, una mujer que estaba 'pirada' la cabeza para muchos hombres, se presentó en una maratón y a base de golpetazos, de empujones, acabó ese maratón. Hoy la mujer tiene derecho al voto porque las mujeres se plantaron y pidieron el derecho al voto. Mi bisabuela tiene 85 años, todo lo que tengo es gracias a esas personas que han transmitido de generación en generación esos valores. Esa gente ha pasado penurias", concluyó.