En el paseo de las Villas de Benicàssim inmerso en la Belle Epoque, tras muchos edificios modernistas, llegamos al hotel Voramar con unas vistas de mar y montaña.
Pedro Salas y Bea Villalba, el matrimonio al mando del proyecto más íntimo y con más personalidad que ha visto Castelló hasta la fecha
Una vez pruebas las cervezas artesanas no quieres volver a las otras.
No es una tasca al uso, tampoco un restaurante y menos un bar. Boga es una declaración de intenciones ante un territorio poco reconocido, el oasis de un desierto gastronómico olvidado al ritmo lento de la brasa, sin fogones y con mucha despensa.
Cuando hablamos de Castelló es imposible centrarse en la capital, porque su belleza se reparte por todo el territorio estrecho y alargado, con mucha montaña y gran proximidad al mar.
El Colmado es la vermutería de Castelló por excelencia que llegó a ofrecer 106 nombres distintos, gracias a los viajes e inquietud de su propietario. Jose Abad es el creador de este concepto que aúna lo mejor del norte y del sur, entre puchero y olleta.
Benicàssim es una plaza difícil para la buena gastronomía, eso dicen, que durante años las cartas han estado cortadas por el mismo patrón
Subes, subes y subes, carretera arriba y abajo el mar de arboles, por un momento parece que formes parte de la misma montaña. Las vistas son eternas, infinitas y rumbo a la altura llegamos a el Coratxà, es el pueblo más alto de la Tinença de Benifassà, y uno de los más altos de la Comunidad Valenciana, a 1.329 metros.
La creatividad es el medio cuando se materializa la falta de recursos.
Llegar a casa Vicent Flors es saber que el tiempo pasará sin darte cuenta. Es otoño y se nota, después de tanta lluvia los suelos de las viñas están tintados de hierba fresca, llenos de vida pero con la sombra del cielo gris de casi octubre