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entrevista al número uno del psoe al congreso por valencia

Ábalos: "Nuestra disposición es favorable a las condiciones de Compromís para un pacto estatal"

25/04/2019 - 

VALÈNCIA. La legislatura ha sido agitada para el valenciano José Luis Ábalos (Torrent, 1959). Tras el mal resultado obtenido en las elecciones de 2016, donde la única buena noticia fue evitar un adelantamiento de Unidos Podemos, se embarcó en una dura batalla de primarias para restituir a Pedro Sánchez en la Secretaría General del PSOE, tras su salida forzada por la alianza de varios barones en aquel fatídico comité de octubre de ese año.

Su gran empeño no resultó en vano y Sánchez conseguía una épica victoria frente a Susana Díaz y Patxi López que le devolvía el liderazgo socialista en mayo de 2017. Tras ello, Ábalos fue designado secretario de Organización del PSOE y, un año después, terminaba esta remontada como político siendo nombrado ministro de Fomento después de que triunfara la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Ábalos atiende por teléfono a este diario en medio del ajetreo de la recta final de campaña, de la que es coordinador en el ámbito estatal y 'número uno' al Congreso por Valencia, para responder a cuestiones sobre los días clave que quedan por delante, los posibles escenarios posteriores y también los comicios autonómicos que se celebrarán el mismo 28 de abril. 

-Entramos en la recta final de campaña. ¿Cómo está viviendo dirigir una campaña estatal que al mismo tiempo coincide con una campaña en su tierra?
 -Lejos de complicarlo lo facilita. El proyecto global es el mismo, así que la experiencia está siendo buena y nos está permitiendo generar sinergias muy positivas.

-Uno de los motivos que esgrimió Ximo Puig para adelantar las elecciones autonómicas era conseguir que se visibilizaran las cuestiones valencianas en el ámbito estatal. ¿Cree que se está consiguiendo?
 -En el ámbito estatal el clima está muy concentrado en torno al tiempo transcurrido desde la moción de censura. Ahora bien, en la medida que la Comunitat Valenciana ha tenido entendimiento y empatía con el gobierno de la nación, sí que influye la coincidencia. Es decir, quizá en el ámbito nacional no tenga tanto impacto pero sí desde la perspectiva autonómica para evidenciar que la relación entre ambos gobiernos es buena y de ahí sí que se desprenden vínculos útiles para la campaña valenciana.

-¿No considera que falta un empujón a la financiación autonómica para que coja dimensión estatal?
 -Realmente el problema está en que la derecha está planteando una involución en la organización territorial del Estado. El tema de la financiación es precisamente una cuestión de futuro. Todo está vinculado. La ultraderecha es claramente involucionista respecto al modelo constitucional: el PP ha puesto freno al proceso de descentralización; la amenaza de 155 no puede entenderse como un hecho aislado de Cataluña sino que la negación del autogobierno de una forma tan excepcional y fuera de los límites de la Constitución no deja de ser una amenaza para el conjunto del estado autonómico y, por su parte, Ciudadanos no hace más que insistir con recentralizar políticas ya sea en relación a la prestación de servicios públicos o con elementos que afectan a cuestiones identitarias como su ofensiva contra las lenguas cooficiales. Todo ello, insisto, evidencia un discurso involucionista en el que la financiación autonómica, un instrumento de perfeccionamiento del autogobierno, no entra en sus prioridades. Nosotros sí que la tenemos en nuestras 110 medidas principales.

Ábalos al teléfono en los pasillos del Congreso. Foto: EFE

-La crisis territorial, según lo que vemos en la derecha, es la piedra angular de la campaña de PP, Cs y Vox. ¿Cree que la posición dialogante de Pedro Sánchez está calando en la ciudadanía?
 -Sí, como alternativa. En definitiva, toda la crispación que se plantea obedece a un hecho traumático que ha sufrido la derecha como consecuencia de la pérdida del gobierno y la propia causa de la pérdida, que fue por una sentencia de la justicia que incriminaba al PP por una trama de corrupción. El hecho de la caída del PP y el motivo de esa caída provoca una consecuencia traumática. La crispación ha sido la respuesta a este hecho traumático y ha tomado como coartada la unidad de España. Es curioso invocar la unidad de España y estar al mismo tiempo enfrentando continuamente. El que quiere unir, no enfrenta. Así que es una coartada y para justificarla se habla de pactos con independentistas etcétera, una maniobra para cubrir su propia situación de debilidad política. Esto se expresa en que existan tres opciones en la derecha y también en su oposición a las políticas sociales: ellos no hablan de esto, solo de la supuesta quiebra de la unidad de España. Ahora, tú observas que en el tiempo en el que ellos han gobernado es cuando se han producido los peores desafíos independentistas y en el que más ha crecido la afección independentista. En definitiva, es una coartada para seguir manteniendo las políticas injustas que ellos marcaron.

-El PSOE está siendo criticado por la derecha por su intento de diálogo dentro de la Constitución en Cataluña y en la otra orilla está siendo criticado por independentistas y a veces también por Podemos al considerar que se debe ir un paso más allá. ¿Esas críticas a un lado y a otro es precisamente lo que les permite creer que su camino es el correcto?
-No porque nos critiquen, sino porque en la medida que no optamos por la confrontación, aquellos que la desean no están a gusto. Cataluña es un problema de convivencia y este tipo de problemas se resuelven con diálogo, respeto y sin autoritarismos. Esa es la apuesta del PSOE. El único instrumento democrático para resolver los conflictos es el diálogo, eso sí, respetando los marcos de la legalidad. El hecho de que aumente la opción socialista en Cataluña en las encuesta respalda esta teoría. Es normal que a aquellos actores que ponen en valor sus proyectos en base a la confrontación les irrite esta posibilidad, pero bueno, el diálogo es el instrumento de toda democracia.

-¿Qué es lo que más le preocupa de un posible gobierno de derechas en el que Vox no solo tenga voz sino incluso también ministerios donde actuar?
-Es una amenaza democrática y especialmente para los que hemos luchado por la democracia y, como involución que supone, implica una cierta sensación de fracaso. Si la ultraderecha se hiciera paso en connivencia con la derecha sería dramático para este país. Por partes: cuando cuestionan derechos, sitúan a la mujer como objeto especial de recorte de derechos. Por otro lado, cuestionar la descentralización territorial es cuestionar la democracia en sus propios cimientos porque lo que plantean es alejar nuevamente los ámbitos de decisión de lo próximo y también en lo que se refiere al acceso a la participación política de los territorios. Y más aún, cuando la derecha más extrema plantea que el Estado solo debe hacerse cargo de servicios como Defensa, Justicia e Interior, y que todos los demás son prescindibles y pueden solventarlos los propios ciudadanos, significa que estás recortando al mínimo el Estado de Bienestar. Y añado, cuando continuamente están cuestionando la viabilidad del sistema de pensiones lo que te están diciendo eufemísticamente es que este sistema de protección social basado en la solidaridad no tiene futuro. 

-Algunos sondeos apuntan a que Sánchez quizá podría ser presidente con Podemos, PNV y tal vez la aportación de Compromís. ¿Es el escenario que usted ve más favorable para poder tener un gobierno estable?
-Por supuesto que en la medida en que podamos garantizar un proyecto con autonomía necesaria es mucho mejor para nosotros. Nuestro objetivo no es tanto ser la fuerza mayoritaria y ganar las elecciones, sino conformar un gobierno con autonomía posible para desarrollar el proyecto que tenemos y dentro de los marcos de normalidad y de legalidad. Y también de evitar así cualquier tipo de mala interpretación que a la derecha le permita mantener esta propaganda tan negativa que desarrolla.

José Luis Ábalos. Foto: DANIEL DUART

-Parece que las diferencias entre PSOE y Podemos han ido enjugándose en estos meses de gobierno. ¿Opina que debería ser la alianza natural para Sánchez en La Moncloa?
-Como hemos reiterado, queremos un gobierno en solitario, no solo de militantes socialistas sino también con independientes, pero sin participación de otras formaciones políticas. Lo cual no quiere decir que podamos tener acuerdos globales de legislatura. Con Podemos, por ejemplo, hemos mantenido pactos sobre la agenda social y se han desarrollado con un balance positivo. Aspiramos a mantener esa colaboración sobre cuestiones programáticas. 

-Se ha criticado en la Comunitat especialmente desde Compromís, que Pedro Sánchez no se animara a abrir el melón de la financiación. Las líneas rojas de Compromís para un acuerdo van dirigidas a un calendario inmediato de financiación y medidas sobre la deuda histórica. ¿Son condiciones aceptables?
-Nuestra disposición es totalmente favorable. En 10 meses este gobierno ha hecho muchísimas cosas en un marco de obstrucción y negación por parte de la oposición, que además controlaba la Mesa del Congreso lo que les servía para bloquear muchas iniciativas. Si hemos tenido que recurrir a los decretos ley es porque debíamos atender urgencias sociales como que los parados de más de 52 años puedan tener protección o aumentar las pensiones... para nosotros eso es urgente. Pero también recurrir al decreto ley servía para obligar a que las medidas entraran en debate y convalidarlas ante el bloqueo de la oposición de la Mesa. Así, en estos 10 meses y con este clima de obstrucción, conseguir un acuerdo de todas las comunidades autónomas era impensable. No se puede reprochar algo que era absolutamente inviable. Hemos llegado a llevar iniciativas al Congreso que habían partido del PP, como por ejemplo la bonificación de la ley de carreteras, gestionar las autopistas que ellos rescataron, el decreto de la estiba que ellos iniciaron... y han votado en contra. Ha sido un tipo de oposición tan drástica que no podíamos pensar en que hubiera un acuerdo sobre financiación con la complejidad que tiene y cuando el propio PP con mayoría absoluta no llevó a cabo cuando gobernaba. Yo creo que hemos atendido muchísimos retos y hemos adoptado medidas que bien podían haber justificado una legislatura de cuatro años en 10 meses. Evidentemente, ya nos hubiera gustado afrontar la resolución de este problema que afecta a los servicios públicos. Así que si tenemos la mayoría suficiente para llevar adelante este proyecto, pondremos en marcha esta reforma.

-También se ha llamado la atención sobre la condonación de La Marina que no se ha llevado a cabo por la no aprobación de Presupuestos. Luego se especulaba con la posibilidad de un decreto para hacer efectiva la condonación, algo que también reclamó Compromís. ¿Se podía haber hecho más?
-Se podría haber hecho más si nos hubieran dado más oportunidad, como por ejemplo dejándonos debatir y aprobar el Presupuesto. En este tema de La Marina, he tenido que ir por parte de España para justificar esta condonación porque entendían que era un agravio con el resto de puertos, como por ejemplo en Coruña, donde Feijóo ha presionado mucho con eso, cuando no es un asunto que tenga que ver con puertos pero me ha tocado ir aclarándolo en muchos sitios. Lamentablemente, pese a todas las explicaciones, ahora habrá que esperar a que pasen las elecciones.

-¿Puede garantizar en cualquier caso que los futuros PGE de un gobierno socialista irán en la línea de un aumento de la inversión como los que no salieron adelante?
-Sí. Además, no solo eso, sino una cuestión que se nos quedó fuera del proyecto y que íbamos a plantear en el debate de las enmiendas es el de la ayuda de 38 millones a la Autoridad del Transporte Metropolitano de Valencia.

-En el aspecto de pactos, tanto en la Comunitat Compromís como en España Podemos piden que descarten un pacto con Ciudadanos. ¿Está descartado? ¿Puede al menos decir que no será la primera opción?
-Insisto. Nuestra opción es un gobierno socialista y con acuerdos programáticos con fuerzas progresistas que compartan nuestro proyecto de transformación y de justicia social que hemos hecho por ejemplo con Podemos o Compromís, en estos 10 meses.

-En la Comunitat Valenciana, ¿ve positivo la continuidad de un Botànic o considera que debe mantenerse la puerta abierta a explorar un acuerdo con Ciudadanos si fuera posible?
-Yo creo que si no se consigue la mayoría de un gobierno en solitario del PSPV, lo lógico y normal es repetir una experiencia que ha ido bien pese a las advertencias y augurios de la derecha. Pienso que han funcionado con lealtad con beneficios para la sociedad valenciana en un marco de estabilidad y de limpiza de la reputación. El balance ha sido muy positivo. Esa lealtad, además, están siendo capaces de mantenerla en plena campaña electoral.

-¿Le ha decepcionado la noticia de Jorge Rodríguez de presentarse por otras siglas en el ámbito comarcal tras la concesión de permitirle ser candidato por el PSOE?
-Ha sido tema delicado y desagradable porque plantear medidas duras como las preventivas nunca son del gusto de nadie. Pero en esos casos, aunque pueda cometerse alguna injusticia personal, debe primar siempre el interés del proyecto. Estamos en un proyecto colectivo y debe prevalecer el interés general del proyecto socialista cuando no se pueden conciliar ambos. Si ahora te enteras de que en un momento en el que intentábamos equilibrar y superar situaciones, que no era fácil porque el secreto de sumario prevalecía, y apostamos por la presunción de inocencia y paralelamente se estaba gestando una alternativa al PSOE, no sienta bien. Sobre todo porque nosotros hemos llegado a ser lo que somos, conocimiento que tenemos y apoyo que tenemos gracias al partido. Solos no lo hubiéramos conseguido. Hay que tener la humildad suficiente para agradecer a este partido todo eso.

-Parece que se aprecia una mejoría entre Ferraz y la organización del PSPV pese a haber pasado vicisitudes, se han confeccionado las listas, ha habido un adelanto, montar una campaña... ¿Qué ha cambiado para que haya más sintonía?
-La sintonía es muy grande, debo decir y no está fundamentada solo en el interés compartido, sino que se ha construido una relación que ha permitido generar confianza. Cuando existe confianza desaparecen los recelos y hay mucha más generosidad. Muchas de las decisiones que ha tomado el PSPV ni he sentido curiosidad porque he confiado y viceversa. Estoy satisfecho de ese clima de confianza política que lógicamente también se tiene una traslación en las relaciones personales. Así que diría que el PSPV está viviendo una situación de mucha responsabilidad y unidad.


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