CASTELLÓ. Las primeras noticias que se tienen sobre la creación de diseños florales se remontan miles de años atrás y están relacionadas con el culto funerario. Con el paso del tiempo, las diferentes culturas han adaptado a sus creencias y necesidades su relación con la decoración floral. Entre tanto se ha desarrollado el denominado arte floral que, en la actualidad, es una tendencia relevante. De hecho, la naturaleza en su conjunto y, en concreto, las flores, siempre han estado asociadas al mundo del arte y han potenciado la inspiración de artistas, pintores de diferentes épocas y estilos, y también de escultores, como es el caso de Jeff Koons, que utilizó flores y plantas para crear su escultura de 12 metros que se encuentra junto a la entrada del Museo Guggemheim de Bilbao. Es solo un ejemplo de entre los muchos artistas que trabajan con la magia que transmiten las flores.
Más allá de los grandes nombres, la disciplina del arte floral se trabaja también a pequeña escala, y en el caso de Inma Mañes se fusiona con otro arte, el de la joyería, para crear piezas únicas. Lo hace en su taller ubicado en Barracas, de una forma tranquila, en contacto con la naturaleza y con todo el entorno que le rodea, que le sirve de inspiración. Joyas de Flores es la última iniciativa que ha puesto en marcha esta licenciada en arte que ha trabajado diferentes disciplinas, como la seda pintada a mano.
Creación de joyas en una antigua capilla
"Empecé hace dos años la actividad, después de la pandemia, una vez nos habíamos mudado a Barracas", explica Inma, que es natural de Viver y que vivía en València hasta la llegada de la covid. "Cuando llegué me pregunté hacia dónde iba a dirigirme profesionalmente y desarrollé este proyecto de artesanía en el que diseño y creo joyas únicas hechas a mano con las flores como la pieza central", señala. Pendientes, pulseras, anillos y collares son las creaciones que Inma trabaja de forma artesanal en su taller, ubicado en una antigua capilla que se encuentra junto a la vivienda particular y que hace décadas era utilizada por una congregación de sacerdotes.