Vicente Ballester, director general de Blumaq, en las instalaciones de la compañía. Fotos: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. Blumaq es, probablemente, la gran desconocida del panorama económico de la provincia de Castellón. Esta empresa, nacida y ubicada en la Vall d'Uixó, facturó el año pasado 80 millones de euros gracias a un crecimiento "de más del 20%" y alcanzó asimismo un Ebitda de 17 millones. "Son cifras que están muy bien para una empresa que nadie sabe a qué se dedica y que no es de la cerámica", ironiza su director general, Vicente Ballester.
Pero lo cierto es que la capacidad de esta compañía de repuestos de maquinaria pesada va mucho más allá de esos datos. Con "alrededor de 100.000 referencias" en sus almacenes, solo dos o tres firmas en todo el mundo pueden hacerle sombra. No en vano, su catálogo abarca "desde máquinas de 5 toneladas hasta de 400", gigantes mecánicos dedicados a la gran minería. Por ello, Ballester no puede esconder que Blumaq es "referente mundial" desde la Vall.
En esta localidad de la Plana Baixa la firma tuvo su germen en 1992 y actualmente cuenta con tres grandes edificios en el polígono industrial Belcaire. Uno alberga una fábrica, otro es un almacén logístico de 3.000 metros cuadrados dedicados a piezas pequeñas y en un tercero reside el departamento de calidad e ingeniería. Además, la firma cuenta entre sus activos con dos fábricas más distribuidas por el mundo, trece delegaciones comerciales en España y otras varias repartidas por el mundo. En Miami está la mayor de estas, en Rusia tiene otra de gran importancia, en Francia otras dos... y en Turquía cuatro: "Es un mercado muy importante, hay mucha construcción", lo justifica Ballester.
Gracias a ello sus ventas se distribuyen "por 158 países" y ahí radica gran parte de su éxito. Y es que "no tenemos ningún cliente ni mercado dominante", señala el director general de la compañía. Por esta razón, aunque el mercado interno copa "entre el 26 y el 28%" de las ventas, y a pesar de que basó el crecimiento del año pasado en el tirón de Estados Unidos y Rusia, las previsiones para el presente ejercicio son las de continuar creciendo "alrededor de un 8 o un 10%".
No en vano, aproximadamente un tercio de su facturación llega a través del canal online. Esto, junto a la red de delegaciones propias, les permite "llegar hasta el cliente más pequeño", remarca Ballester. Pero esto supone también un reto, de ahí su apuesta por la Industria 4.0. "El equipo informático y postventa es muy fuerte" y esto permite dar solución "al 90% de las incidencias en las máquinas en menos de 48 horas", destaca el máximo responsable de la compañía castellonense.
Así, en el edificio de ingeniería de la Vall d'Uixó trabajan a diario trece personas y la compañía cuenta con otras quince repartidas por el mundo. Estas atienden las averías más complicadas, pero también se encargan del desarrollo de nuevos productos. "Cada uno es experto en una parte de la máquina", asegura Ballester. Y en sus instalaciones producen estas nuevas piezas de recambio. "Lo vital para nosotros es tener mucha información y disponibilidad inmediata; saber qué llevan las máquinas y poder suministrárselo al cliente en seguida".
Su mayor volumen de trabajo se refiere a grandes marcas como Caterpillar, Komatsu o Volvo, pero también son distribuidores en exclusiva en varias partes del mundo de referencias más modestas, además de desarrollar y vender sus propios recambios.
Con ello, esta empresa "local" da empleo a "una familia" que ya está formada por unas 200 personas en España y más de 450 en todo el mundo. Y todo a partir de una pequeña empresa de reparación, Talleres Pozo, que tras ser duramente golpeada por la crisis posterior a los Juegos Olímpicos y la Expo del 92, tuvo que reorientar su actividad. De ahí surgió Blumaq, que comenzó como una pequeña tienda de recambios y cuyo capital social sigue estando en manos de tres amigos arraigados en la Plana Baixa.
Por esta razón, de momento no prevén cambios en la compañía: "Ofertas de compra tenemos a diario y vender ahora sería un buen negocio, pero no me motiva; soy el más joven de los tres socios... y mientras pueda estar aquí, continuaremos en la empresa", concluye Ballester.
