MADRID. Airbnb es una plataforma que se fundó en el año 2007 en San Francisco, California. La empresa ofrece habitaciones privadas, viviendas y casas vacacionales poniendo en contacto al anfitrión y al huésped a través de dispositivos móviles.
La compañía tiene una capitalización bursátil de 83.000 millones de dólares y no reparte dividendos entre sus accionistas. Sus acciones han subido más de un +65% desde los mínimos de diciembre gracias a los resultados que publicó hace unos días.
Venía de un año 2020 en el que los ingresos se hundieron y sufrió pérdidas de 4.585 millones de dólares. Pero en 2022 resurgió con unos ingresos de 8.399 millones de dólares, un 40% más que el año anterior y el doble que en 2020.
Su resultado operativo se cuadruplicó y de esta manera 2022 fue su primer ejercicio completo con beneficios, aparte que el cuarto trimestre fue el mejor de su historia con récords tanto en el beneficio como en la facturación. El 11 de mayo presentará los resultados del trimestre.
El gráfico muestra la tendencia de las previsiones de ingresos de la compañía que le otorga el mercado de cara al próximo trimestre. Le ha aumentado las expectativas en un 5,2%.
La razón de este giro radical hay que buscarla en:
Además, las previsiones de Airbnb para este año 2023 son positivas apoyada por una demanda sólida en el primer trimestre, lo que indica que la confianza del consumidor para los viajes sigue en ascenso.
Técnicamente hablando, desde el suelo que formó el pasado mes de diciembre está subiendo con fuerza.
Tres cuestiones relevantes:
¿Por qué esta interesante? Sus previsiones macro son buenas, rompió su resistencia y superó la media de 200 días.
Ismael De la Cruz es analista sénior de Investing.com