CASTELLÓ. El Gobierno local de Burriana acometerá después de Semana Santa la reurbanización y renovación total de la céntrica calle del Barranquet para incluir, además de la restauración del pavimento de la calle que actualmente está en muy mal estado, la mejora y renovación de los colectores, evitando el estancamiento de agua en momentos de fuertes lluvias. Un proyecto al que destinará un total de 640.000 euros y que el consistorio prevé ejecutar en dos fases este mismo año.
Así lo ha aclarado la alcaldesa de Borriana, Maria Josep Safont, después de la reunión informativa mantenida este mediodía con los vecinos y vecinas de las zona para darles a conocer las principales características de la obra y solventar las dudas que pudieran tener, al tiempo que ha pedido disculpas y comprensión de antemano por las molestias que normalmente generan las obras.
Sin embargo, ha expuesto Safont, una vez finalizadas, la intervención supondrá “una mejora considerable de la vía urbana para los residentes de la zona y para las personas viandantes que transitan por ella, y una solución en relación a la problemática de las inundaciones que se producen de forma habitual cuando llueve más fuerte de lo normal”.
En la reunión han participado el ingeniero municipal y los concejales de Servicios Públicos, Vicent Aparisi, y de Urbanismo, Bruno Arnandis, acompañados de otros miembros de la corporación, donde han expuesto que las obras se han proyectado para después de Fallas y de Semana Santa para no dificultar las celebraciones, y supondrán “la renovación completa del Barranquet, para transformarlo en zona de uso peatonal, rebajando las aceras hasta el nivel de la calzada, dando prioridad a los peatones, eliminando además la barrera que suponen los escalones de las aceras para la movilidad de los viandantes”.
A los 231.040 euros previstos en el presupuesto de 2023 para las obras, hay que añadir la aportación de 238.000 euros de la Diputación y otros 172.000 euros de la modificación de créditos con remanentes de 2022 aprobados esta semana en el pleno municipal, precisamente para incluir además de la restauración del pavimento de la calle que está en mal estado, una doble canalización de aguas en el tramo entre la plaza del Pla hasta la calle de la Misericòrdia, de hasta 3 metros de profundidad para evacuar, en caso de necesidad, el agua de las fuertes lluvias directamente al río y evitar su estancamiento.
Las obras adjudicadas a la mercantil Facsa constan de dos fases que se realizarán correlativamente. En la primera parte, los trabajos incluyen la mejora y renovación del pavimento de la calle que actualmente está en muy mal estado y también de los colectores para evitar el estancamiento de agua en momentos de fuertes lluvias, en el tramo entre la plaza de Pla hasta casi la calle Sant Agustí, 160 metros aproximadamente.
Con el cambio, el vial quedará como una calle de plataforma única, para lo que se deberá demoler el adoquín y la acera hasta 20 cm por debajo de la rasante, y pasará de ser una zona 30 a una zona limitada a 20 kilómetros por hora para los vehículos. Posteriormente, se acometerá la segunda parte también este año hasta completar los apróximadamente 300 metros para finalizar la mejora de la calle en su totalidad.
Según ha explicado el concejal de Servicios Públicos, el gobierno municipal pretende “dar uniformidad al casco antiguo”, y ha destacado que se ha dado prioridad a este vial porque “es una calle muy transitada y ya en muy malas condiciones. Su estado actual es deficiente y mediante la repavimentación se conseguirá una única plataforma, situando al mismo nivel el itinerario peatonal y el de vehículos y, además, se aprovechará para renovar y mejorar la red pública de evacuación de aguas y el alcantarillado”.
“Ya se hicieron actuaciones similares en la calle Sant Pasqual y Sant Xotxim, y seguiremos así cerrando el anillo del centro urbano”, ha argumentado Aparisi, quien ha recalcado “el importante patrimonio modernista de la zona que hay que poner en valor”.
En esta calle seguirán aparcando vehículos, al menos hasta que se pongan en marcha los aparcamientos disuasorios en la zona cercana del río. “La idea es ir vaciando de vehículos el centro, pero primero hay que preparar las infraestructuras”, ha indicado Aparisi.
En la actualidad, la calle cuenta con numerosos baches y el adoquinado en mal estado, en la calzada se pueden observar parcheados con hormigón, ya que se han realizado trabajos para la renovación de parte de la red de alcantarillado, por lo que se aprovechará las obras para dejar el pavimento en condiciones, así como para cambiar y aumentar las tuberías de alcantarillado y suministros, incluso en la primera parte de la calle, donde el Ayuntamiento ya realizó actuaciones de emergencia ante la pérdida de agua de las conducciones.
Las aceras, además, no son accesibles puesto que algunas de las rampas existentes en pasos peatonales no están completamente enrasadas a nivel de calzada, de esta forma, queda un desnivel entre la acera y la calzada. Además, una de las aceras es estrecha, no superando los 90cm de anchura, dificultando así el tránsito de los peatones.