CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Burriana está tramitando de forma paralela dos proyectos de urbanización para dotar de los servicios esenciales a la zona residencial de la playa. Ambos programas de actuación integrada están promovidos por los propios vecinos afectados, que desean disponer de un correcto servicio de alcantarillado, luz, agua potable o telefonía. “El problema de toda la zona marítima de Burriana es que hay mucha construcción consolidada muy antigua y terrenos sin la condición de solar que deben ser urbanizados”, explica el concejal de Urbanismo, Bruno Arnandis.
El primer PAI en tramitación, la Unidad de Ejecución A-9.3, afecta a 1.535 metros cuadrados de suelo residencial situado entre en la zona del cruce de las calles Betxí y Sueras. La empresa constructora Vonaliv ha presentado una alternativa técnica a instancias de los vecinos afectados para urbanizar esa zona por 3.630.000 euros, que sufragarán los residentes.
Las obras de urbanización, que según el proyecto durarán tres meses, permitirán prolongar la calle Betxí en su tramo desde la calle Sueras hasta la calle Eslida mediante un vial de ocho metros de ancho. Se crearán las redes de suministro de agua, saneamiento, suministro eléctrico y telefonía, hasta ahora inexistentes. Los vecinos de la zona apenas disponen hoy en día de alcantarillado, electricidad y telefonía en condiciones precarias. Los trabajos de urbanización también permitirán terminar de urbanizar una de las aceras de la calle Sueras.
El segundo proyecto de urbanización, correspondiente a la Unidad de Ejecución A-14/16, se sitúa en la misma zona de playa pero más al sur. En concreto, detrás del antiguo Hotel Aloha. Este PAI lo impulsan cuatro vecinos, entre ellos Joan Ramon Monferrer, quien fue candidato del PSPV-PSOE a la alcaldía de Burriana en 2007 y 2011. Los residentes, que poseen 4.007 de los 10.861 metros cuadrados del suelo afectado (el 37%), han presentado ya una alternativa técnica al concurso de urbanización, cuyas obras se ejecutarán en siete meses de plazo.
El PAI, presentado en abril de 2016, afecta a 10.861 metros cuadrados de suelo entre las calles Ribesalbes, Betxí y La Llosa. Se urbanizará la zona, en la que existen muchas viviendas unifamiliares cuyos accesos son de tierra, y se logrará mejorar la conexión viaria con la avenida Mediterrània a través de la calle La Llosa. En este caso las obras incorporarán el suministro de saneamiento, abastecimiento de agua potable, red eléctrica y telecomunicaciones. En la actualidad, los vecinos carecen de una red adecuada de telefonía, agua potable y servicio de alcantarillado.
Bruno Arnandis ha asegurado que el consistorio también pretende urbanizar por gestión directa las Unidades de Ejecución A-13 y A-34, emplazadas en la zona del Camí Fondo, a espaldas del antiguo Hotel Aloha. “Ambas se anularon el año pasado por los tribunales porque había una serie de deficiencias en los proyectos”, ha reseñado.
El último enclave de la playa cuya urbanización sigue sobre la mesa es la prolongación de la avenida Constitución, una patata caliente desde hace varias décadas. “En este caso voy a pedir un estudio de las alternativas existentes para que el trozo que falta de la avenida Constitución pase a ser zona consolidada. Quiero replantear la urbanización pensando en los vecinos, no creo que haga falta abrir una avenida ancha”, ha concluido Arnandis.