CASTELLÓ. Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha donado, hasta el momento, 155.000 euros para ayudar a paliar la grave crisis humanitaria que provoca la invasión rusa de Ucrania de la que ya se cumplen seis meses. Esta ayuda económica de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón se ha materializado a través de siete diferentes aportaciones que comenzaron el 10 de marzo, siendo la última, hasta ahora, la realizada el pasado 29 de julio.
En este sentido, el delegado episcopal en Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, Sergio Mendoza, destaca “que, desde el primer momento, no ha cesado la ayuda de Cáritas a Ucrania” y anima “a colaborar con campañas que continúan como “Primera Mochila Escolar” destinada a la compra de material escolar para la población infantil de Ucrania en edad escolar”.
La campaña “Primera Mochila Escolar”, impulsada por Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, se puso en marcha el pasado mes de julio y, hasta ahora, ha recaudado más de 20.000 euros.
Esta campaña ayudará a un total de 1.500 alumnos, 350 de educación infantil y 1.150 de primaria y secundaria, pertenecientes a familias vulnerables, que se han visto obligados a dejar sus casas y trasladarse a zonas menos peligrosas de Ucrania.
Con esta iniciativa solidaria, a la que recientemente se sumó el ayuntamiento de Vila-real con una aportación de 5.000 euros, se espera donar un total de 50.000 euros y para recaudar las necesarias ayudas económicas se han habilitado sendas cuentas corrientes en diferentes entidades bancarias, así como el Bizum 05921.
Al cumplirse los seis primeros meses de la invasión rusa, el secretario general de Cáritas Ucrania, el padre Vyacheslav Grynevych, en un vídeo distribuido por Caritas Internationalis, ha agradecido a toda la familia de Cáritas su constante colaboración y solidaridad ante esta grave crisis humanitaria.
Por su parte, la presidenta de Cáritas Ucrania, Tetiana Stawnychy, ha destacado que la actividad de Cáritas en Ucrania no se ha detenido por la guerra, sino que, por el contrario, se ha fortalecido y organizado mejor, ofreciendo ayuda básica a quienes más la han necesitado.
Desde el principio de la guerra, Cáritas ha ayudado a más de 3,5 millones de personas, a las que ha suministrado comida, ropa o productos de higiene, acogiendo a las personas desplazadas, proporcionándoles asilo y protegiendo y cuidando de la población infantil más vulnerable.