El tenista murciano se impone al noruego Casper Ruud por 6-3, 2-6, 7-6 (1) y 6-3 en 3 horas y 18 minutos y conquista el Abierto de Estados Unidos y el número 1 de la ATP con apenas 19 años
MURCIA. Campeón del Abierto de Estados Unidos, el primer Grand Slam que conquista y al que seguramente seguirán unos cuantos, y número 1 del mundo, el más joven de la historia del tenis. Carlos Alcaraz Garfia, escribiendo la que puede ser la página más brillante de la historia del deporte murciano, ha vencido al noruego Casper Ruud por 6-3, 2-6, 7-6 (1) y 6-3 en 3 horas y 18 minutos.
Alcaraz, de 19 años y que se medía a un rival de 23 que también aspiraba a llevarse su primer "major" e igualmente el primer puesto de la clasificación internacional, se presentaba en la final con un bagaje de 50 victorias -ya son 51-, más que nadie, y 9 derrotas en este 2022, por el de 44-15 con el que se plantaba Ruud, y podía partir como un poco más favorito.
Era el tercer duelo entre ambos y los dos precedentes favorecían al español. En el ATP 250 de Marbella en 2021 ganó Alcaraz en cuartos de final por 6-2 y 6-4 y en la final del Masters 1.000 de Miami lo hizo por 7-5 y 6-4.
El espectáculo fue visto in situ por 24.000 espectadores, incluyendo muchas "celebrities", que llenaron las gradas de la pista Arthur Ashe, la central de Flushing Meadows y que es la más grande del circuito tenístico mundial. A miles de kilómetros, especialmente en su localidad natal, El Palmar, vibraron como nunca.
El choque se jugó con techo por la lluvia que caía en Nueva York y en esas condiciones Carlos tuvo sus dos primeras opciones de break, las cuales no aprovechó, nada más empezar.
Luego remontó un 15-40 y, con cuatro puntos seguidos, logró el 1-1. El español fue el que levantó dos bolas de ruptura y además seguidas.
Eso le dio confianza, aunque Carlos la lleva de serie, y en su siguiente turno de resto ya tomó la delantera.
El de El Palmar fue a por la final desde el comienzo y así, pese a conceder otra opción de break, se apuntó el 3-1.
En todo caso Ruud siguió apretando y se llevó sus tres siguientes saques cediendo sólo dos puntos entre los tres para mantenerse cerca.
Sin embargo, Carlos tampoco falló al servicio y así llegó al 4-2, al 5-3 y al 6-4 con el que se llevó el primer set después de 48 minutos.
El saque-volea le dio resultado y cerró la manga con un juego ganado en blanco. Primer paso dado para alcanzar la gloria.
En el segundo parcial cada jugador fue ganando su saque con bastante holgura y el de Oslo llevó la iniciativa en el marcador.
En el quinto juego Carlos desperdició una bola de break y en el sexto, varios fallos en puntos que tenía casi ganados, le costaron perder a él el saque después de ir 30-0 a favor.
Alcaraz tuvo la posibilidad de enmendarlo de inmediato, pero dejó pasar otra opción de ruptura, y el 2-5 dejaba a Ruud muy cerca de nivelar la contienda.
La ansiedad estaba jugando en contra del pupilo de Juan Carlos Ferrero, quien abusó de las dejadas, y su rival lo aprovechó para llevarse el set en su segunda posibilidad después de 40 minutos.
El primer momento de serio apuro en la final lo pareció solventar bien el palmareño, que comenzó el tercer set robándole el saque a Ruud y luego llevándose el suyo.
Con 2-0 tuvo una opción para ampliar la ventaja, pero esta no la hizo buena, y Casper reaccionó para llegar al 2-2 con una ruptura y luego al 2-3.
El nórdico, más experimentado y que hace unos meses disputó aunque perdió la final de Roland Garros ante Rafa Nadal, seguía creciendo en el encuentro y se hizo con el 3-4 con claridad.
Ruud, un muro y sin apenas cometer fallos, hizo el choque incómodo a un Alcaraz mucho menos fino que de costumbre pero aun así se agarró a la pista y con varios derechazos con su firma empató a 4.
El encuentro iba aumentando en tensión y en nivel y en ese contexto Casper siguió mandando y se dispuso a restar para poder llevarse la tercera manga.
Sin embargo, Carlos, lejos de estar súper pero con ese gen competitivo con el que nació, aguantó el tirón y, siendo agresivo, forzó el tie break tras levantar dos bolas de set en su contra en un juego apretadísimo, que duró 12 minutos y que el murciano terminó con un smash.
En la muerte súbita, con cada punto valiendo oro, Ruud inició con un ace, pero Alcaraz, como ese ejecutor que es, encadenó siete puntos seguidos para llevárselo con un rotundo 7-1 después de 1 hora y 12 minutos.
Estaba a un set de la victoria y el de El Palmar quería que se acabara en cuatro.
Con la inercia ganadora adquirida y pese a verse 0-30 se anotó el primer juego, aunque su oponente respondió ganando también su saque.
Se jugaba un encuentro bien distinto al que era un rato antes y La Roca conectó tres aces seguidos para obtener el 3-2.
Cuando maduró los puntos el español salió normalmente victorioso y así colocó el 4-2 con un break valiosísimo.
Y el 5-2 llegó, después de un 0-30 en contra, con cuatro puntos seguidos de Carlos, incluyendo otros dos aces.
Le quedaba por ganar un juego y no sería el siguiente, pues Ruud ganó su servicio en blanco. Tenía que ser al servicio. Un ace, una volea ganadora, un smash fallado, un nuevo saque directo, su decimocuarto en el encuentro; una derecha que se le fue larga, y otro cañonazo que tan sólo rozó Ruud y la gloria absoluta tras otros 38 minutos de una final en la que logró 127 puntos en la final, cinco más que el subcampeón.
Se tiró al suelo, los miembros de su equipo se echaron las manos a la cabeza y Carlos Alcaraz Garfia se subió a la grada para abrazarse con los suyos.
Así se coronó el hijo de Carlos y Virginia, ese al que su abuelo paterno, también Carlos, le dio la clave de las tres C que es básica para el chico -cabeza, corazón y cojones-.
Su tope en un Grand Slam hasta este torneo eran los cuartos de final pero fue mucho más allá.
Venciendo sucesivamente a los argentinos Sebastián Báez (7-5, 7-5, 2-0 y retirada del rival por lesión), Federico Coria ( 6-2, 6-1 y 7-5), al estadounidense Jenson Brooksby (6-3, 6-3 y 6-3), al croata Marin Cilic (6-3, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5 y 6-3), al italiano Jannik Sinner (6-3, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5 y 6-3), a otro estadounidense como Frances Tiafoe (6-7 (6), 6-3, 6-1, 6-7 (5) y 6-3) y por fin a Ruud el título es suyo.