CASTELLÓ. La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castelló, Begoña Carrasco, y los concejales Vicent Sales y Vicente Guillamón han mostrado este jueves su apoyo a los castellonenses que han vuelto a salir a la calle con pitos y pancartas en mano, en una nueva jornada de protesta, en la plaza Mayor para pedir la paralización de la reforma que la alcaldesa, Amparo Marco, quiere llevar a cabo en la avenida de Lidón. "Marco no puede gobernar de espaldas a los vecinos, no quiere ver la oposición vecinal que genera su reforma de la avenida de Lidón pero hoy ha vuelto a escuchar la protesta de los vecinos que piden que no se lleve a cabo y se deje la avenida como está", señala Carrasco.
"Dice muy poco de la alcaldesa que esté dispuesta a seguir a delante con un proyecto que nadie quiere, que nadie ha pedido y que va a generar más problemas que beneficios desde el mismo momento en que elimina un acceso al centro de la ciudad. Marco ha optado por gobernar de espaldas a la ciudadanía, ni respeta la participación ciudadana, ni le importan los perjuicios que van a ocasionar 14 meses de obras, con toda la avenida levantada, que especialmente va a afectar a los comercios de la zona en plena pandemia, donde los esfuerzos por no bajar la persiana definitivamente están siendo muchísimos, más de un año la avenida en obras en este momento será la puntilla final para muchos de ellos", recuerda.
Carrasco recuerda que se trata de una reforma que afecta a toda la ciudad, por eso, "una obra de tal envergadura que nace sin consenso no tiene ningún sentido y en plena crisis económica no estamos para despilfarrar 3,3 millones de euros de euros que nos va a costar esta reforma, cuando hay sectores que lo están pasando muy mal porque no les llegan las ayudas directas que les prometieron y hay barrios de castellón con necesidades más acuciantes. Es mejor destinar ese dinero donde sí lo piden los castellonenses", añade.
La reforma de Amparo Marco en la Avenida de Lidón contempla la eliminación del carril de entrada a la ciudad desde la rotonda de Tombatossals a Maria Agustina, suprime centenares de plazas de aparcamiento y genera problemas de a accesibilidad a los colegios de la zona y a los centros de trabajo, porque donde ahora acceden con coche, una vez se peatonalice la zona quedará prohibido el acceso a todo vehículo que no sea de emergencias.