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Rainer Klüser tramita la creación de la Associació Cultural d'Amics del Carruatge 

Carruajes clásicos con acento alemán en Vinaròs

16/06/2024 - 

CASTELLÓ. Caer del caballo hace más de 20 años en el Club de Polo de Barcelona le dejó graves secuelas físicas y le apartó para siempre de su adictiva pasión por montar, pero arraigó en él otra bonita afición ecuestre también heredada de su padre: coleccionar carruajes clásicos. De esa manera, Rainer Klüser siguió vinculado al mundo del caballo, que está ligado a su vida desde que tenía 5 años. Hasta hoy, con 58.

Ahora pretende abrir una nueva etapa. Canalizar ese amor por el universo equino y por los carruajes antiguos en una asociación que, desde Vinaròs, dé cabida a quienes comparten su afición y, además, ponga en valor la docena de carros clásicos que colecciona. "Hace años, el carruaje era un medio de transporte, pero hoy en día apenas se ven. Cuando voy en carro por la calle soy una molestia para los coches y la gente me mira con extrañeza", afirma Klüser entre risas.

Desde hace varios años, este empresario alemán residente en Vinaròs tramita una Declaración de Interés Comunitario (DIC) ante la Generalitat para convertir un terreno de 5.723 metros cuadrados en el camino Dos Vilars en la sede de la Associació Cultural d'Amics del Carruatge. Esa es, al menos, su idea. "Esto es solo una afición porque yo tengo mi negocio inmobiliario, pero intentaré hacerla realidad aunque no sea fácil, porque los trámites burocráticos son lentos y pesados", lamenta.

Una docena de carros de diferentes usos

Poco a poco, Klüser está trayendo los doce carruajes que posee desde su Alemania natal a Vinaròs. "Son de diferente época. Tengo carruajes de caza, para ir a la cosecha… el más antiguo tiene 200 años, aunque está restaurado y equipado con frenos de disco. Tenerlos en buenas condiciones requiere de un espacio cubierto para limpiarlos", explica. Por eso la DIC incluye la construcción de un cobertizo en su parcela donde, además de guardar los carruajes que ahora tiene dispersos, podrá rehabilitar algunas piezas de gran valor que ahora no están en las mejores condiciones.

La afición por el caballo y los carruajes está mucho más arraigada en el norte de España y en Andalucía. "Aquí salgo a pasear en carro los domingos y voy a competiciones y actividades que se organizan cada año en Benicarló, Vilanova d'Alcolea o en pueblos de Tarragona, pero no es lo mismo. Hay gente interesada en el mundo ecuestre pero no hay nadie que lo promueva, de ahí la idea de montar la asociación", asegura.

Una ardua labor vinculada a esta pasión

Klüser admite que su afición es pesada. "Dar una vuelta por la comarca cualquier domingo supone limpiar los caballos, la cola, las crines… enganchar el carruaje y luego, después de hora y media de paseo, duchar al caballo, limpiar el carruaje… es mucha faena pero me gusta, es satisfactoria", recalca.

De aquella época de Klüser como jinete solo queda su licencia federativa de 1993 y los recuerdos. "Competí en salto de obstáculos con gente ilustre como Cayetano Martínez de Irujo, la infanta Elena o Luis Astolfi. Mi padre me inculcó el amor al caballo desde los cinco años y lo mantengo intacto aunque sea solo un hobby y no un negocio".

El tiempo y la siempre densa burocracia dirán si el anhelo de Rainer Klüser de reunir su colección de carruajes en Vinaròs se cumple.

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