Querido Ian Gibson: Quería pedirte un favor, de esos que no son muy grandes, pero llenan una estancia, un ratito bueno y el botellín de las emociones. ¿Se grabó el recital Canta un poeta en torno a la figura de García Lorca en el Museo de Bellas Artes de Castellón?... Lo he buscado en la red, pero no aparece. Tan solo he podido encontrar algunas líneas en la prensa local.
Claro García Lorca, después de tantos años, y tú, en plena madurez intelectual, pues igual no sois trendig topic, pero interés y expectación los hubo; y por cierto, como sólo parece ocurrir en el MBCAS, mal resueltos.
Yo me quedé a un metro del mostrador y a menos cuatro entradas de poder veros. Detrás de mí al menos otras cincuenta personas. y eso contando que por la mañana me había pasado por allí a ver si se podían recoger en mano.
A los que llamaron por teléfono, tampoco se lo arreglaron mejor. Se les infundió la tranquilidad de que habría “pan y circo” para todos, porque tampoco era un espectáculo tan demandado, y en absoluto se completaría el aforo.
Sabes… no es la primera vez que les ocurre. Al final van a hacer bueno aquello de que “aprender cuesta”.
Es perfecto que la cultura sea popular, que los eventos se publiciten, que los de a pie pongamos la mirada en no dejar de lado el cultivo de nuestras aficiones, que se cumplan las medidas covid, e incluso lícito hacer media horita de cola para entrar (sin contar que varios nos desplazamos desde Vila-real, Benicàssim o Borriana); y podemos incluso hasta llegar a estar agradecidos por la gratuidad.
Qué lástima, y más pensando que en mi caso ya volvió a ocurrir lo mismo con Amancio Prada, y a otros les sucedió también con Carmelo Gómez, por nombrar algunos.
Ahí es cuando te das cuenta de que un año no es nada, porque desde febrero 2021 que aún no les ha dado a tiempo a reaccionar, igual a los directivos del Museu de Belles Arts de Castelló ni siquiera les ha llegado el malestar y las quejas.
Hay que ver Ian, con esto de la pandemia nos estamos inmunizando de casi todo, y algunos están resultando ser hasta impermeables. Ya que estábamos allí, quizá lo más eficiente hubiese sido pedir una hoja de reclamaciones.
Tan conectados todos, y tan incomunicados en ocasiones. Y ese conformismo de fondo que todo lo minimiza.
En fin, que como somos gente educada, no vamos a entrar en por qué no todo el mundo hizo cola, ni por qué las entradas se entregan a pares o incluso de cuatro en cuatro a según quien seas… al final lo que más te molesta es el tiempo perdido y lo reiterado. Se te quitan las ganas de ir al Museo, ya no en ésta sino en cualquier otra ocasión.
Espero que te fuese bien, a ti y a tus compañeros. Nosotros, yo creo que estuvimos dignos.
Aguantamos el fresquito de la tarde-noche y en el entretiempo comentamos lo del Benidorm Fest, porque este es un tema que tampoco compromete demasiado y sobre el que todo el mundo tiene una opinión.
Si no fuera por el desenlace, pues no fue mal del todo. Socializamos en un espacio abierto, empatizamos unos con otros, y nos dejamos sentir. Estoy por pensar que las colas, aparte de ordenar los accesos, también llevan algún aprendizaje implícito.
¿Tanto costaría poder sacar las entradas por internet, sean gratuitas o le pongan un precio simbólico?... al menos sabríamos si tenemos asiento o no, y nos evitaríamos el desplazamiento.
En fin, ‘los de la cola’ que ya empezamos a conocernos y tutearnos hemos quedado en que si vuelve a ocurrir montaremos un grupo de WhatsApp y lo llamaremos “damnificados culturales”. En grupo uno se suelta más y todo se despersonaliza.
En fin, que no desistimos. Estamos entrenados en buena voluntad.
Al decir de García Lorca: “Esperando el nudo se deshace y la fruta madura”.
Ahí andamos, pues. A ver si es posible disfrutar de vuestro paso por Castellón, aunque sea en diferido.
Recibe un abrazo grande.