CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló aumentará el control sobre las quemas y extenderá de dos semanas a tres meses la validez de las autorizaciones para usar el fuego en actividades agrícolas, ganaderas o apícolas. Se trata de las dos principales novedades del nuevo plan local, que la Junta de Gobierno Local aprobará, presumiblemente, en su sesión de este jueves para, a continuación, abrir la exposición pública por espacio de 15 días hábiles. Una vez resueltas las alegaciones, el documento definitivo pasará por el pleno (en principio, el de diciembre) antes de ser elevado a la Conselleria de Medio Ambiente como último paso para su entrada en vigor.
El marco normativo, amparado por la Concejalía de Transición Ecológica, recoge un inventario de acciones y establece no solo normas de aplicación, sino también medidas extraordinarias. Del mismo modo, describe las distintas áreas del término municipal con el propósito de determinar los periodos de quemas, días y horarios. Así, distingue entre lo que denomina zona primera, situada a un máximo de 500 metros del terreno forestal; y zona segunda, ubicada en parcelas de cultivo y a una distancia superior. Dentro de la categoría de mayor peligro (se entiende la más cercana al monte), hay que distinguir entre espacios de máximo riesgo (a menos de 30 metros) y aquellos con la consideración de general.
A partir de esta ordenación, el plan local establece limitaciones y tipos de quemas, que van desde restos de podas, pasando por desbroce de arcenes y acequias, hasta actividades agrícolas. En el caso de singularizarse como zona primera, si la posibilidad de provocar un incendio forestal alcanza niveles mayúsculos, solo se autorizará la quema del 17 de octubre al 31 de mayo, siempre con el nivel 1 de preemergencia. Si se trata de zona general, el periodo abarcará del 1 de junio al 16 de octubre. Por lo que respecta a la zona segunda, el permiso comprenderá todos los 365 días desde el amanecer hasta las 15.00 horas.
Castelló cuenta con una superficie de 10.886,43 hectáreas, de las que 1.330,41 corresponden a terrenos forestales, con la presencia de núcleos urbanos cercanos, como la Cueva de las Maravillas, Galera (Alta, Mitja y Baixa) o la Choquera. La agricultura ocupa aproximadamente 9.500 ha. De esta cantidad, aproximadamente 8.500 se destinan a regadío y 1.000 son de secano.
El plan local de quemas se aprobó por primera vez en 1997, siendo sometido a varias modificaciones con el paso de los años. No obstante, los postreros cambios en las leyes autonómicas y estatales dejaron un tanto obsoleto el reglamento. De ahí la necesidad de ajustar ahora algunos de los conceptos y parámetros, adaptándolos a la nueva realidad.
El mayor control que implanta la normativa se traduce en que, en el momento de su activación, las solicitudes para realizar fuego se someterán a una exhaustiva revisión por parte de los técnicos, que dispondrán de siete días de plazo para resolver las instancias. En este contexto, los permisos ya no tendrán una vigencia de 15 días, como en la actualidad, sino que se alargarán hasta los tres meses. Con ello, se ganará en eficacia, reduciendo la tramitación burocrática a fin de evitar que un mismo peticionario deba acudir, al menos, dos veces al mes a la Cámara Agraria a fin de rellenar el correspondiente escrito.
Cabe advertir que las acciones en las que está permitido el uso del fuego incluyen la poda del arbolado de los cítricos, la tala de la leña sobrante de plantaciones injertadas, el desbroce de vías rurales municipales y la utilización de ahumador en actividades apícolas.
