CASTELLÓ. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló ha consensuado cuatro compromisos con los propietarios de las Tascas para acatar la sentencia judicial que afecta a la zona y resolver un conflicto que se inició hace más de un década, con un ejecutivo del Partido Popular.
La concejalía de Transición Ecológica ha informado que realizará reuniones bimensuales, que activará a final de año nuevas mediciones de ruido en este espacio y que impulsará la declaración de zona gastronómica cuando se den las garantías jurídicas para ello, es decir, cuando se constate una reducción significativa del nivel de decibelios. Por su parte, los responsables de los locales se han comprometido a implicarse en cumplir las condiciones del fallo y la ZAS y lograr así un descenso del ruido.
El concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, ha convocado en el consistorio a los hosteleros este miércoles para explicar que el pleno del 26 de septiembre aprobará el acatamiento de la sentencia que anula el artículo de la ordenanza de Convivencia Ciudadana (aprobado en 2012) vinculado a la regularización de las Tascas por estar en vigor la declaración de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Este martes hizo lo propio con la asociación de Sense Soroll. De acuerdo a la resolución, el consumo en las calles de Barracas e Isaac Peralñ se permitirá en los entornos de los veladores (mesas en alto sin sillas) y en las terrazas. El horario de ingesta en el exterior continuará hasta las 22.30, una hora que viene fijada por la ZAS.
Al encuentro también han asistido el concejal de Obras y Proyectos Urbanos, Rafa Simó, y el edil de Educación, Francesc Mezquita. La cita ha recabado cuatro acuerdos entre el gobierno municipal y los hosteleros, unas medidas que sientan los cimientos para resolver el litigio judicial.
Navarro ha argumentado que, según los servicios jurídicos municipales, la declaración inmediata de la zona gastronómica de las tascas es inviable desde el punto de vista legal por estar vigente la ZAS y que este hecho supondría un incumplimiento de la sentencia y prolongaría el conflicto. Ha afirmado que esta declaración se ejecutará cuando se compruebe una disminución del ruido y se garantice su viabilidad legal. Ha añadido que esta iniciativa, que recoge la nueva Ley de Salud Pública y que está pensada para reforzar espacios singulares como las tascas, podría promoverse antes de la retirada de la ZAS.
Al respecto, las mediciones para analizar el ruido se prolongarán un año, pero según los técnicos municipales, la zona gastronómica podría aprobarse anteriormente si se confirma una rebaja considerable del ruido.
El regidor ha destacado que el contrato de nuevas mediciones se lanzará antes de que acabe el año. A los hosteleros les ha asegurado que se reunirá cada dos meses con los mismos y les ha pedido implicación para bajar el ruido. Ha subrayado que el objetivo del ayuntamiento es conciliar el derecho al descanso con el modelo tradicional de las tascas y evitar otras acciones judiciales. Los propietarios se han comprometido a reforzar el cumplimiento de horarios y las condiciones que marca la ZAS.
Cabe recordar que el proceso judicial arrancó hace más de una década y la primera declaración ZAS se aplicó en las tascas en 2008.