CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló da otro paso más para abrir las puertas del centro de interpretación de la villa romana (Vinamargo) al licitar la infraestructura eléctrica. El proyecto cuenta con un presupuesto de 72.578,37 euros y un plazo de ejecución de tres meses. Se trata de dotar de electricidad al inmueble para habilitar distintos servicios, tales como la activación de una alarma de vigilancia. La actuación contempla desde el establecimiento de una línea de media tensión, pasando por otra subterránea de baja, hasta la colocación de un centro de transformación bajo poste. Las empresas interesadas tienen hasta el 25 de mayo para presentar sus ofertas.
Actualmente, el edificio no dispone de suministro de energía eléctrico. Esa carencia impide proceder a la apertura de la instalación, aunque con el concurso público se inicia la cuenta atrás, ya que se espera que la entrega de llaves se produzca tras el verano. No obstante, no existe una fecha concreta respecto a la puesta en marcha, según matizan fuentes de la Concejalía de Cultura.
El expediente sobre la nueva infraestructura eléctrica arrancó el 29 de septiembre de 2020 con el informe de contratación mediante procedimiento abierto simplificado. Debido a las posteriores modificaciones planteadas por el servicio arqueológico en enero y marzo de 2021, el pasado 23 de abril se rediseñó el pliego de las prescripciones técnicas y administrativas al objeto de impulsar el concurso público.
Cabe señalar que en el primer trimestre del pasado año (en concreto, a finales de febrero), el conseller del área, Vicent Marzà, se marcó como objetivo abrir el centro de interpretación durante el segundo semestre. El anuncio lo realizó con ocasión de una visita al yacimiento para comprobar el resultado de la inversión realizada por la Conselleria y cifrada en 160.000 euros. Según las previsiones iniciales, la inauguración del inmueble debía haberse producido en junio de 2019.
Las ruinas de Vinamargo, en el camino que da nombre al yacimiento, se descubrieron en 2009. Las obras de canalización del barranco de Fraga pusieron al descubierto el vestigio romano, uno de los más importantes y mejor conservados de la provincia, que ocupa una extensión de 3.000 metros cuadrados. Además, se encontraron restos de la época del neolítico y de la cultura íbera.
El centro de interpretación reproduce una antigua villa romana, con un porche, el impluvium y un estanque rectangular, utilizado en aquel tiempo para recoger el agua de lluvia. Al acceder al recinto, y antes de la zona expositiva, el visitante puede disfrutar de un pórtico cubierto con teja que evoca el patio central. En el inmueble también existen dependencias de administración, recepción y locales de servicios.
El diseño del edificio garantiza su aislamiento térmico y acústico. La ventilación se realiza por circulación natural del aire mediante rejillas metálicas situadas en la parte superior frontal del centro y en la parte inferior trasera del mismo. El complejo posee, asimismo, una zona de aparcamiento de vehículos y otros espacios para la estancia de los visitantes, rodeados por pinos y cipreses.
