CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló espera recibir en septiembre el "sí" del Ministerio a la reforma integral del Camí Caminàs. Fuentes del equipo de gobierno muestran un moderado optimismo. Primero, porque ya recibió la autorización en la anterior convocatoria de subvenciones europeas. Segundo, por las características medioambientales y sostenibles del propio proyecto, valorado en 4,61 millones de euros y que transformará por completo un tramo de 6,94 kilómetros de longitud para compatibilizar el uso peatonal, carril bici y tráfico rodado.
La rehabilitación está pendiente desde 2018. Diferentes contratiempos administrativos originaron un inesperado retraso en el proceso de licitación, que obligaron a finales de 2019 a redistribuir los fondos Edusi en actuaciones técnicas semejantes, como el Camí La Plana, para no perder la línea de financiación.
El principal escollo derivó en una pugna técnica con la Generalitat Valenciana. El pago de las tasas por la ocupación temporal y la concesión demanial de la vía pecuaria enfrentó al consistorio y a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Al final, y después de semanas de discusión, el Acord de Fadrell aprobó el pago de los 17.453 euros de los aranceles, marcándose entonces como horizonte antes del verano para adjudicar la obra.
Sin embargo, la irrupción de la covid-19 trastocó por completo la hoja de ruta determinada, aunque ahora se confía en que habrá novedades positivas tras superar agosto, un mes tradicional inhábil para la administración central.
La memoria de la reforma de la vereda contempla la creación de un corredor verde, así como la mejora del entorno en las ermitas de San Jaime, San José, San Pedro-San Isidro y Lledó. El Caminàs, según el catálogo de la Generalitat Valenciana, constituye la vía pecuaria más extensa de las 10 que recorren el término municipal de Castelló con 11,5 kilómetros. A pesar del paso de los años, sigue funcionado como ruta por donde discurre tradicionalmente el ganado. Del mismo modo, sirve de conector ecológico con diferentes usos recreativos.
La regeneración de este tradicional camino se engloba dentro de un paquete de cuatro proyectos estimados en 10,1 millones de euros y por los que el Ayuntamiento de Castelló opta a nuevos fondos europeos. Uno de ellos, el Camí la Ratlla, ya tiene garantizada una ayuda de casi 700.000 euros (el presupuesto total asciende a 1,38 millones). Los otros dos son la mejora de la movilidad peatonal y ciclista de la avenida Lidón (3,41 millones) y el servicio de transporte a demanda en urbanizaciones de montaña y barrios periféricos (736.800 euros).
Con estas actuaciones el consistorio pretende seguir transformando la ciudad, siempre bajo criterios de innovación, eficiencia energética, sostenibilidad y accesibilidad.
En este contexto, Castelló obtuvo el reconocimiento de la Comisión Europea como ejemplo de gestión y ejecución de fondos Edusi. Una inyección de 20,2 millones que permitirá materializar 11 operaciones de impacto social, medioambiental, urbanístico y tecnológico hasta 2022.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara