CASTELLÓ. La capital de la Plana ocupa, hoy por hoy, un lugar privilegiado en materia de agua, al posicionarse como la capital de provincia con las tarifas más económicas de todo el Arco Mediterráneo Español (AME) y en la duodécima posición a nivel nacional, según el último estudio de la OCU actualizado en diciembre de 2020. Y es que, ante la creciente demanda y la escasez en muchas regiones, este recurso se ha convertido en un elemento estratégico y diferencial para las ciudades, siendo determinante en la selección de ubicación de nuevos desarrollos, tanto urbanos como industriales.
La larga trayectoria de FACSA al frente del servicio de abastecimiento de agua potable de la ciudad ha permitido desplegar una serie de competencias y trabajos clave para hacer de este servicio el más competitivo del Arco Mediterráneo, según ha apuntado José Claramonte, director general de la compañía. La capacidad de prever y planificar a medio y largo plazo la construcción de las captaciones necesarias para obtener agua suficiente en cantidad y en calidad, asegurando el abastecimiento de la ciudad, es fundamental en este sentido, asegura, como también lo es la capacidad de adaptar todos los aspectos de la gestión del servicio a las necesidades de los usuarios y usuarias de manera optimizada.
La inversión en tecnologías de automatización y monitorización es otro de los aspectos clave a la hora de garantizar la máxima eficiencia en la gestión del ciclo integral del agua. En este ámbito, Castelló está aprovechando los beneficios de la digitalización para ofrecer a la ciudadanía un servicio más competitivo y sostenible medioambientalmente, lo que contribuye a acelerar el desarrollo sostenible de la ciudad.
Así, todos estos aspectos del servicio, que muchas veces pasan desapercibidos, pueden influir en el precio final del agua, basado -tal como indica la ley de Aguas- en los costes de la prestación del servicio: captación, tratamiento, distribución, gestión, saneamiento y depuración de las aguas.
De este modo, según datos de la OCU, al tomar como referencia la zona mediterránea - donde las ciudades presentan una casuística hídrica similar- el precio del agua para un consumo de 175 metros cúbicos (consumo medio anual de agua de una familia en España) oscila desde los 3,16 €/m3 de Murcia o los 2,87 €/m3 de Barcelona, hasta los 1,28 €/m3 de Castelló. En este último caso, la mitad (0,67 euros) corresponde al suministro de agua potable y el resto al canon de saneamiento, un impuesto que se destina a sufragar la construcción y mantenimiento de las estaciones depuradoras de aguas residuales.
Con el foco en el ámbito valenciano, Alicante se posiciona como la ciudad más cara, con 2,63 €/m3, seguida de València (2,15 €/m3). Ello significa que una familia de Castelló que consuma 175 m3 al año podría llegar a pagar hasta 236 euros menos al año que una de Alicante, es decir, un 51% menos.
Por otro lado, si se compara el precio por metro cúbico a nivel nacional, el pódium de las ciudades más caras de España recae precisamente en tres capitales del Arco Mediterráneo: Murcia, Barcelona y Alicante, que triplican, aproximadamente, las tarifas de agua más baratas del país, localizadas en Palencia (0,9 €/m3), Orense (0,92 €/m3) o Guadalajara (0,94 €/m3).
Así, los resultados de este estudio ponen de manifiesto los esfuerzos de la ciudad de Castelló por favorecer el crecimiento económico y social, con el máximo respeto al entorno y a la cohesión social.
