CASTELLÓ. El día después de unas elecciones permite a los partidos políticos hacer distintos análisis sobre su estado de salud. La resaca en esta caso de las generales invita a extraer conclusiones sobre lo sucedido en las urnas y esclarecer cuáles son las preferencias de los ciudadanos a la hora de formar gobiernos. Las conjeturas dan para mucho. Incluso, para establecer comparaciones y realizar extrapolaciones, sobre todo si hace escasamente dos meses se celebraron unos comicios municipales y autonómicos.

El 23J dibuja un mapa político en Castelló ostensiblemente diferente al que diseñó el 28M. Más allá de constatarse la fortaleza del PP, el PSOE muestra síntomas de una ligera recuperación, mientras que Vox sufre un retroceso y Compromís-Sumar no termina de calar en el electorado.

Elecciones al Congreso

Si se entra al detalle sobre los resultados al Congreso y en relación con lo sucedido en mayo, los populares se consolidan como primera fuerza política pero con algunos matices. La marea azul gana en seis de los 9 distritos de la capital de la Plana. Esto significa que ceden dos en relación a lo ocurrido en las locales, cuando lograron la victoria en ocho demarcaciones.

Por su parte, los socialistas experimentan un avance al recuperar el Grau (feudo tradicionalmente de izquierdas) y superar al PP en la zona norte, además de mantener el área sudeste. En cuanto a la formación de extrema derecha, a pesar de su regresión en las urnas, conserva la condición de tercer partido más votado. La coalición constituida por Compromís y Sumar solo le supera en dos distritos.