CASTELLÓ (EFE). El CD Castellón ha despedido con una victoria y con sensaciones muy diferentes el año en el que consiguió salvar la categoría en el último suspiro en la primera mitad. Tras ello, este 2019 termina para el conjunto orellut como segundo clasificado luchando por disputar una promoción de ascenso que le devuelva al fútbol profesional.

El año empezó para el Castellón en zona de descenso, penúltimo y 19º y finaliza en zona de privilegio, segundo a un punto del liderato del grupo III de Segunda División B y con cinco puntos de ventaja respecto al quinto clasificado.

Un Castellón que ha disputado 38 partidos en los que ha sumado 15 victorias; 17 empates y 6 derrotas, dos de ellas en la temporada en curso, la 2019/20. A lo largo de los 12 últimos meses, el equipo, dirigido por Óscar Cano, solo ha perdido dos encuentros ligueros jugados como local, donde no cae desde el 30 de marzo. Espanyol B y Hércules, ambos con resultados de 1-2, han sido los últimos equipos en ganar en Castalia.

Deportivamente se trata de uno de los mejores años de la historia del CD Castellón: "Empezamos medio muertos y lo acabamos muy vivos", señala Cano, quien este diciembre ha cumplido un año al frente del banquillo orellut.

Relevo accionarial

2019 también ha sido el año en el que la gestión del club realizada la pasada temporada por el entonces propietario, José Miguel Garrido, llevaba en verano a que el presidente, Vicente Montesinos, alcanzara un acuerdo con él para hacerse con la mayoría accionarial del club que le había vendido en 2018.

En el año que ahora acaba, el Castellón también ha conseguido superar su récord de abonados, al contar en la actualidad con alrededor de 13.800.