VALÈNCIA. La convivencia entre los socios que componen el Govern del Botànic -PSPV, Compromís y Unides Podem- no siempre es fácil. Haciendo un símil futbolístico, es imposible llevarse bien con los 22 miembros que suelen conformar un equipo: trasladado a un Ejecutivo con más de cien altos cargos de hasta cuatro signos políticos, la cosa se complica todavía más.
Así pues, es conocida la animadversión que existe entre algunos altos cargos -incluso a veces de la misma formación política- en el Gobierno valenciano, si bien suele realizarse un esfuerzo general por no airear, salvo en excepciones que se convierten en noticia, los enfados que se libran entre los 'pesos pesados' del Consell.
En esta línea, el subsecretario de Agricultura y Medio Ambiente y miembro destacado de Compromís, Alfons Puncel, se descolgó este sábado en su cuenta de Facebook con una extensa alegoría que dejaba poco espacio a la imaginación.
En el bando socialista del Gobierno valenciano, el paralelismo establecido causó un notable malestar dado que todos identificaron como protagonista de la historia a la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, quien está procediendo a una nueva remodelación de su equipo en la conselleria y que, desde hace varios meses, ha sufrido diversos encontronazos con Compromís. Además, como es ya conocido desde hace un par de años, es pareja del presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
