ALCOSSEBRE. Que un gastronómico galardonado por la guía roja es un foco de atracción para una localidad es más que evidente, que la dificultad de mantener un proyecto de manera sostenible y rentable en un enclave estacional es máxima, indudable. Tras diez años con un proyecto 100% gastronómico de alta cocina en Alcossebre, Alejandra y Emanuel han decidido dar el paso lógico que dan la mayoría de chefs con cocinas tan personales: rentabilizar su prestigio con proyectos más informales y accesibles que generen ingresos inmediatos y consumos diarios, acercando su cocina a todos los públicos. Hablamos con Alejandra y a Emanuel para que nos cuenten más sobre Vermuda.
“Vermuda es ante todo una antigua vermutería a la que hemos querido darle un giro hacia lo gastronómico pero sin perder su esencia. Siempre pasábamos por delante del local”, que está ubicado en una esquina entre la Calle San Benet y la plaza de La Constitución de Alcossebre, con una terraza desde la que se ve el mar y a solo cinco minutos en coche de distancia de Atalaya, “era un sitio que nos gustaba pero estábamos esperando a que Atalaya fuera algo más estable para lanzarnos con un segundo proyecto”, nos cuentan. Vermuda es un negocio bastante canalla y sin complejos, para ello cuenta con una zona de barriles y taburetes ideal para el momento aperitivo y vermú, una barra bastante grande para copear y picar algo y también una zona de comedor para quedarse a comer o cenar con 8 mesas pequeñas para un total de unos 30 comensales. Con un ticket medio de unos 30€, esperan dar servicio a todos los públicos, desde el que estuvo en Atalaya desde el principio hasta aquel que aprecie una buena tapa acompañada de una buena bebida.