CASTELLÓ. La Unión Europea impone desde 2022 a las naranjas de Sudáfrica el tratamiento en frío en sus importaciones para evitar la entrada de plagas. Estos controles han mitigado la llegada pero todavía persisten la interceptación de pedidos infectados. Los agricultores valencianos advierten desde hace tiempo que esta medida no se implementa bien, y esta alerta ahora es confirmada por la propia patronal de cítricos sudafricana (Citrus Growers Association), que en un informe de 2024 sobre el funcionamiento de su logística admite fallos en la cadena de tratamiento en frío. 

Subraya que los contenedores en tren o en barco cumplen con estos controles pero en la cadena logística hay errores que no solo ponen en riesgo el contagio de plagas en otros países sino la calidad de su propia fruta, según expone. Así, en el documento explica que "muchos envíos que llegan a instalaciones en frío se almacenan en zonas de recepción" a la intemperie, estando "en algunos casos al aire libre bajo la luz solar directa". Explica que hay envíos antes de partir del puerto que se acumulan en "condiciones ambientales durante un tiempo antes de ser cargados". de manera que "muchos de los almacenes que manipulan no tiene refrigeración en las áreas de entrada". "No se sabe cuánto tiempo se almacenan estos envíos", continúa la organización empresarial sudafricana, que añade que su "principal preocupación es que los tipos de cítricos sensibles, como es el caso de mandarinas, también se mantienen en estas condiciones".

Por ello, recomienda a productores y exportadores del país que "contraten almacenes frigoríficos que tengan la capacidad de descargar y estibar directamente en las cámaras de refrigeración, o bien se redacte un acuerdo firmado con los operadores de los almacenes que describan los requisitos específicos para los tipos de cítricos sensibles". 

De esta manera, este balance confirma que las partidas del sur de África no cumplen las medidas fitosanitarias exigidas antes de salir en barco hacia Europa, una irregularidad avisada por la agricultura valenciana pero que queda constatada en el informe de la patronal de Sudáfrica.

Asimismo, el documento pone en solfa la iniciativa del gobierno de Sudáfrica lanzada ante la Organización Mundial del Comercio contra las restricciones ordenadas por Bruselas. La UE obliga el tratamiento en frío, por un lado, para contener la arribada de la falsa polilla, y por otro, fija controles en origen contra la mancha negra. Sudáfrica pone en duda su efectividad cuando sus propio sector admite su importancia para no perjudicar a sus cultivos de mandarina. 

Peligro con la mancha negra

La Asociación de Agricultores Independientes de Nules agrega que "esta falta de logística hace que los cítricos tengan que transportarse a otros puertos de Sudáfrica para evitar embotellamientos, algo que nos hace sospechar que los de Cabo Oriental y Cabo Meridional, que las autoridades sudafricanas hablan de ellas como libres de la mancha negra, estén contaminados con esporas de este hongo". El colectivo castellonense remarca que "no solo terminan siendo afectadas por el clima y perdiendo sus cualidades organolépticas, sí no también nos podemos encontrar que pueden estar afectadas por polvo, contaminación de productos químicos que se pueden encontrar en el puerto".

La mancha negra o la falsa polilla aún no tienen impacto directo en España aunque no cesan de llegar pedidos de fuera afectados por las mismas a Europa. Pero de Sudáfrica, otra plaga, el trips, ya está haciendo daño en la Comunitat Valenciana en el cítrico y otros cultivos. Apareció en mayo de 2024 en Alicante y València y desde entonces se ha extendido por toda la Comunitat, afectando ya a 39 municipios de Castellón.

Al respecto, los agricultores valencianos reclaman a la UE que refuerce la vigilancia y controles en Sudáfrica. También defienden que el tratamiento en frío se extienda también a las mandarinas -solo se aplica en las naranjas-y a todos los países de fuera.