SEGORBE. La Cooperativa Agrícola San Isidro Labrador de Segorbe alcanzará esta campaña los dos millones de kilos de aceituna procesados, una cifra que su gerente, Rafael Juan-Pacareu, califica de "excepcional" tanto por la calidad como por la cantidad del fruto. "No ha sido de las grandes cosechas históricas, pero estamos muy satisfechos por la calidad del aceite, con una acidez por debajo de 0,1", destaca.
La evolución de las últimas campañas refleja el buen momento actual. En 2023 se recolectaron 1,04 millones de kilos, pero la campaña siguiente sufrió un descenso del 93% debido a la climatología adversa: apenas llovió durante el año y, cuando lo hizo, fue en plena recolección, lo menos conveniente. "Este año, sin embargo, estamos en una campaña de producción medio-alta, algo por encima de los 1,6 millones de kilos que marcan una cosecha media, y con un ritmo de trabajo regular y fluido", subraya el gerente. En un año normal, la almazara de Segorbe produce alrededor de 335.000 litros de aceite de gran calidad y factura cerca de un millón de euros.
La pésima campaña anterior redujo significativamente los ingresos de la cooperativa, lo que obligó a aplazar las inversiones previstas para modernizar la maquinaria. Este año, ya con una situación económica más favorable, se han ejecutado mejoras en la zona del patio, donde se recibe la aceituna y se ubican las tolvas. "También hemos realizado obras en el interior de la almazara para adaptarla a la actual regulación, como por ejemplo hacer los baños accesibles a personas con discapacidad", resalta Juan-Pacareu.
El cultivo del olivo en el Alto Palancia ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, visible en la fructífera producción y comercialización de aceite de oliva premium bajo la marca Segorbe Nostrum EnVerde. Los cerca de 800 agricultores asociados a San Isidro Labrador y a otras cooperativas de la comarca confían ahora en culminar con éxito los trámites para obtener la Denominación de Origen Protegida (DOP) con el nombre Aceite de las Sierras Espadán y Calderona.
La Generalitat ya dio un importante paso en julio de 2023 al inscribir a la Asociación para la Promoción y Defensa del Aceite Serrana de Espadán en el registro comunitario de DOP. Desde entonces, el proceso continúa su curso administrativo en Madrid y Bruselas.
La futura DOP abarcará ocho municipios de Valencia y 19 de Castellón: Alfondeguilla, Algimia de Almonacid, Almedíjar, Altura, Arañuel, Artana, Azuébar, Castellnovo, Caudiel, Chóvar, Eslida, Geldo, la Vall d’Uixó, Navajas, Segorbe, Soneja, Sot de Ferrer, Teresa y Vall de Almonacid. Todos ellos comparten el cultivo de la variedad autóctona Serrana de Espadán, un olivo de gran vigor y porte erguido, de fruto de tamaño medio, productividad media y elevado rendimiento graso. En la zona de la futura DOP también se cultivan variedades minoritarias como Villalonga, Canetera, Morruda y Arbequina. El aceite resultante es un gourmet de sabor dulce, fluido y afrutado, con matices de almendra verde y hierba fresca, y un color que oscila entre verdoso y amarillo.
La DOP estará estrechamente ligada a la Cartuja de Vall de Crist (Altura), donde existía antiguamente una almazara. La desaparición del cultivo de la vid en el siglo XX consolidó la expansión del olivo en la zona. Antes de 1936 funcionaban 419 almazaras en la comarca, cifra que en 1961 había descendido a 203.
El clima mediterráneo, los suelos poco profundos y los muros de piedra seca que contrarrestan la pendiente de las montañas constituyen el entorno ideal para producir este aceite de oliva virgen y virgen extra tan característico de la comarca.
