CASTELLÓ. Banco Sabadell pretende despedir al 15% de su plantilla en la provincia. Esta es una de las denuncias que realizan los sindicatos, que este miércoles han organizado una protesta ante la oficina central de la entidad en Castellón, ubicada en la calle Ruiz Zorilla de la capital de la Plana. En ella han participado "unas 120 personas", señala Joan Carles Valls, presidente del comité de empresa en las comarcas castellonenses y delegado del sindicato Alta, mayoritario en la territorial Este de la entidad.
Con la protesta, que ha estado acompañada por el cierre de las oficinas de Banco Sabadell en la provincia y que se ha celebrado a la par en el resto de territorios donde está implantada la entidad, los sindicatos y trabajadores han denunciado "la nula voluntad negociadora" de los responsables de la compañía bancaria, así como su "mala fe" en el Expediente de Regulación de Empleo que prevé el despido de 1.730 empleados en toda España.
De esta cifra, a las comarcas castellonenses les corresponden, en teoría, 27 ceses. Un impacto brutal, ya que actualmente trabajan para la entidad "unas 175 personas" en Castellón, indica Valls. Y es que es difícil determinar la cifra exacta, porque ya a principios de año Banco Sabadell llevó a cabo un proceso de jubilaciones anticipadas al que se acogieron 1.800 trabajadores en todo el Estado.
Oficinas con solo un empleado
El impacto más duro será así para las personas que finalmente dejen de trabajar para Banco Sabadell, pero no el único. "Habrá que ver en qué condiciones quedan quienes continúen en la entidad -afirma Valls- porque ahora hablan de traslados forzosos, algo que hasta ahora no se barajaba".
En cuanto a las condiciones, el representante sindical también recuerda que hay al menos tres oficinas en la provincia que solo cuentan con un empleado: Nules, l'Alcora y Almassora. Así, no es descabellado pensar que estas puedan echar el cierre (se estima que lo harán 80 sucursales en la Comunitat). De hecho, ya se viene hablando de que la entidad dejará de estar presente en Peñíscola y los cierres vienen reproduciéndose en los últimos tiempos en Castelló.
