CASTELLÓ. Castelló por fin inicia la cuenta atrás para abrir una nueva Casa de la Cultura en los Cines Rex. La Junta de Gobierno Local, reunida en sesión extraordinaria este lunes, aprueba la formalización de la escritura pública de compraventa del inmueble por un importe de más de 2,1 millones de euros (1,7 millones más 373.000 en concepto de IVA). Ahora, el siguiente objetivo dentro de la estrategia del Ayuntamiento estriba en presentarse a la siguiente convocatoria de fondos europeos para captar la financiación necesaria con vistas a rehabilitar el edificio. De acuerdo con el proyecto ideado por el consistorio, la idea estriba en revitalizar la edificación, habilitar zonas de exposiciones y poner en marcha una sala de proyecciones y cafetería.
La alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, explica que "el órgano municipal ha dado luz verde a la firma que ratificará el acuerdo que tomó la propia Junta de Gobierno del pasado 27 de diciembre de 2024, donde se adquirió a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) el inmueble de su propiedad en la calle Asensi con Bartolomé Reus. Un edificio que se compone de planta baja, sótano y cuatro pisos altos construidos sobre un solar de 875 m² de superficie".
La primera edil destaca "el efecto dinamizador que tendrá este nuevo centro cultural de referencia para la ciudad de Castelló, en especial para toda la zona centro”, al tiempo que ha recordado que “con la compra por parte del Ayuntamiento de este emblemático inmueble cumplimos con otro de los compromisos electorales que tenía el actual equipo gobierno con la ciudadanía". "El antiguo Cine Rex dejará de ser un edificio abandonado para convertirse e una en un gran contenedor cultural al servicio de la ciudadanía. Un edificio que tiene también un gran valor sentimental para varias generaciones de castellonenses y que va recobrar vida gracia a este Gobierno municipal", insiste.
Proyecciones de cine como alternativa de ocio
La alcaldesa también recuerda que "entre los usos que tendrá se contempla mantener las proyecciones de cine como alternativa de ocio para el público en general, pero sobre todo para las personas más mayores, que siempre han reivindicado la recuperación de una sala de cine en el centro de la ciudad". "Con la recuperación del antiguo Cine Rex seguimos dando pasos adelante en el objetivo de hacer de Castellón una ciudad más viva, más dinámica, con una oferta cultural de calidad y abierta para todos los públicos y una acción de gobierno basada en la escucha activa, la participación ciudadana y el cumplimiento de la palabra dada a nuestros vecinos y vecinas", asegura.
- Aspecto del interior de las salas. -
- Foto: IDEALISTA
En este contexto, Carrasco hace hincapié en que "estamos ante el que es, sin duda, uno de los proyectos que va a tener mayor impacto de cuantos se han realizado en los últimos años en nuestra ciudad. Tanto por lo que supone poner en valor un edificio emblemático y de gran valor sentimental como es este, como por lo que supondrá para reforzar la actividad municipal en el centro de Castellón, recuperando el dinamismo que siempre ha tenido esta parte de la ciudad".
Un interés por la compra que se precipitó en 2023
Los Cines Rex estaban en venta desde hace años, aunque el interés del Ayuntamiento por adquirirlos se precipitó a partir del verano de 2023, cuando la subasta de la Sareb, propietaria del inmueble, quedó desierta. La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria lanzó una puja por 11 millones de euros. Nadie se interesó por la operación, hasta que pasados los meses la alcaldesa visitó el bloque para conocer su estado y valorar la posibilidad de iniciar conversaciones para la compra. Desde ese momento comenzaron las negociaciones.
La rehabilitación del inmueble obligará a realizar una fuerte inversión para recuperar los elementos actuales. Por ejemplo, tanto la tramoya como el subsuelo precisan desmontaje y un saneamiento profundo, especialmente en el caso de la capa inferior, al encontrarse repletas de humedades. Otras obras obligatorias tendrán una finalidad más estructural y de funcionalidad. Al tratarse de un edificio que data de 1946, carece de ascensor, accesos y baños accesibles. A todas estas intervenciones habrá que sumar el gasto correspondiente al equipamiento técnico.
