CASTELLÓ (EFE). La comunidad rumana de Castellón ve con "incertidumbre" la situación política en su país de origen tras la victoria en primera vuelta del ultraderechista Dan Nicusort George Simion en las elecciones presidenciales y esperan una reacción de la población que cambie los resultados en segunda vuelta para evitar una complicada situación geopolítica en el país. Monica Manuveghici, presidenta de la Asociación Cultural Rumana en la provincia de Castellón, donde reside una de las mayores comunidades rumanas en España, ha mostrado a EFE una preocupación que también comparte la edil socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Mónica Barabás, de nacionalidad rumana.

Ambas coinciden en describir la sensación de los votantes como de "hartazgo" de la alternancia política de derecha e izquierda, inmutable desde hace décadas y que ha generado cansancio y desgaste en los electores. Manuveghici ha señalado que pese a los resultados de la primera vuelta, en la que el ultraderechista Dan Nicusort George Simion ha conseguido el 40% de los votos, "todavía hay esperanza de que el pueblo rumano reaccione". Apunta la presidenta de la asociación castellonense que la participación fue baja en la primera vuelta y espera que en las segunda se reaccione ante la irrupción de un político desconocido que "es ultra de fútbol y se comporta como tal".

Barabás señala se trata de un personaje que "surge de la nada" y "empieza a coger fuerza a través de las redes sociales, por presentarse como la respuesta a lo que no es lo mismo". Explica la edil que "una persona ultranacionalista y ultraderechista en el poder puede ser un desencadenante en términos de merma de derechos", como el de las personas homosexuales que, indica, estaban empezando a normalizarse, o la religión, ya que en Rumanía por ejemplo "no se permite construir mezquitas a los musulmanes".

Consecuencias

Para Manuveghici las consecuencias pueden ir más allá, ya que en Rumanía el miedo a una guerra "está muy presente", el conflicto desencadenado por Rusia en Ucrania está muy cercano y el candidato Simion se considera prorruso. Eso sumado a un escenario en el que la población opina que la UE no les da un trato justo, "como ocurre con muchos sectores, como la pesca o el agrario, aquí en España", puede dejar a Rumanía en una situación geopolítica muy comprometida.

Manuvechici se muestra esperanzada en que la ciudadanía responda ahora, ya que "este voto en primera vuelta viene después de una venganza por la anulación de las elecciones en segunda vuelta el año pasado". Barabás explica además que en Castellón la participación fue muy baja, y lo achaca en parte a la falta de puntos donde acudir a votar, ya que pese a que se podía ejercer el derecho a voto durante tres días, solo se estableció la Cámara de Comercio como punto físico para formalizarlo. Para la presidenta de la Unión Cultural es necesario esperar a ver los resultados de la segunda vuelta, y apostilla "al final los rumanos van a tener la templanza necesaria para dar la vuelta a la tortilla".