CASTELLÓ. El PSPV de Castellón se mete ya de lleno en su proceso orgánico tras la celebración del Congreso Nacional. La resaca del cónclave de València para ratificar el liderazgo de Diana Morant despeja algunas incógnitas y deja todavía otras en el aire, que se irán resolviendo con el paso de los días. El guiño al actual secretario general en la provincia, Samuel Falomir, a la hora de integrar a los 9 castellonenses en la nueva ejecutiva autonómica evidencia que cuenta con el respaldo para continuar en el cargo. Más de la mitad (en concreto, cinco) son afines al alcalde de l'Alcora. Se trata de Tania Baños, Mariví Garrido, Rafa Simó, Ana Besalduch y Rocío Ibáñez. Los otros cuatro, esto es, Amparo Marco, José Benlloch, Ernest Blanch y María José Salvador, abanderan distintas sensibilidades, especialmente los tres últimos.
Dentro de los mentideros socialistas resulta un secreto a voces que tanto Benlloch como Blanch y Salvador están próximos al sector de Fernández Bielsa. Tampoco supone ninguna novedad que formen parte de la corriente crítica ante la gestión de Falomir. Un grupo en el que también se encuentra Germán Renau, exsecretario general de la agrupación de Castelló. Los descontentos llevan semanas tratando de organizarse en busca de presentar una alternativa. Así lo apuntan fuentes consultadas, que achacan la filtración de Salvador como hipotética rival de Falomir en primarias a un movimiento para calibrar fuerzas en la federación castellonense.
¿Estratégica colectiva o individual?
La propia diputada y exconsellera ni negó ni afirmó a este diario la posibilidad de postularse. Sin embargo, desde que apareció en las quinielas, la valldeuxense se ha asegurado un puesto en el núcleo duro de Morant y, además, ha sido elegida por el partido para sustituir a Gabriela Bravo como vicepresidenta segunda de la Mesa de Les Corts. En este punto, otras fuentes deslizan como hipótesis que esos movimientos internos del sector crítico obedezcan más a una estrategia para garantizar la cuota de poder que a plantear una batalla real por el control del PSPV en Castellón. Por el contrario, otras fuentes insisten en que sí habrá una candidatura de la corriente de descontentos, aunque para ello "la persona deberá dar un paso al frente", sostienen.
Los próximos días se vislumbran claves. De acuerdo con el calendario diseñado para la renovación de las ejecutivas, siempre de más a menos ámbito territorial, la dirección provincial anunciará este viernes, 7 de febrero, los tiempos y la fecha del Congreso. Una cita, por otro lado, que se celebrará entre el 4 y el 13 de abril. Apenas 24 horas después de activar el proceso orgánico, el sábado, se abrirá el plazo de formalización de precandidaturas, lo que marcará la carrera hacia las primarias. En función del número de aspirantes, los socialistas se verán abocados a un tira y afloja más o menos arduo con vistas consensuar una sola lista, que aglutine las máximas sensibilidades posibles. Y es que en este escenario la consigna desde País será muy clara: evitar que se traslade y visibilice una imagen de división.
Si al final Falomir se convierte en el único candidato, esa negociación se orientará de manera distinta. Bien es cierto que el espíritu de integración se mantendrá, aunque las posiciones de unos y otros variarán a la hora de confeccionar la nueva ejecutiva. En 2022, en el último cónclave (extraordinario por la covid), Blanch, entonces secretario general, se enfrentó al alcalde de l'Alcora en un plebiscito. La balanza se decantó del lado de este último por un porcentaje relativamente exiguo: 52,7% de los votos frente al 46,3%.
