CASTELLÓ. Castellón es una de las provincias españolas en las que el turismo residencial tiene mucho peso. Tanto es así que, en temporada baja, las segundas viviendas quedan expuestas a una serie de incidencias que se han incrementado en el territorio entre 2024 y 2025. Concretamente, tal y como asegura Sector Alarm en uno de sus estudios, el aumento ha sido del del 25 % entre un año y otro, siendo los inmuebles situados en las zonas de costa los que más tiempo permanecen vacíos y, por lo tanto, los más expuestos.
Y es que, según la Encuesta Continua de Hogares 2023 proporcionada por Instituto Nacional de Estadística (INE), cerca de 2,9 millones de hogares españoles cuentan con una segunda vivienda, mientras que el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana cifra en 7,73 millones el total de inmuebles no principales, lo que representa casi un tercio del parque residencial nacional.
El aumento de incidencias responde principalmente a las alertas por robo, seguidas de ocupaciones y fuego y con un comportamiento estacional marcado por los meses de verano. Concretamente en Castellón, los avisos por intrusión y ocupación crecieron de forma moderada, siendo las zonas turísticas y los municipios costeros (al contar con una elevada concentración de viviendas vacías fuera de temporada) los más afectados.
A nivel nacional, el informe elaborado por Sector Alarm refleja como el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior registró en 2024 un aumento del 7,4 % en las denuncias por allanamiento o usurpación de inmuebles. "Aunque representan una pequeña parte del total, su impacto social es notable y genera una creciente sensación de inseguridad, especialmente entre los propietarios de viviendas vacacionales", explica el documento acerca las cosecuencias que los incidentes tienen en los ciudadanos.
Las herramientas que pueden ayudar a reforzar la seguridad en las viviendas
Entre los intrumentos de seguridad que ayudarían a incrementar la seguridad en las residencias, el estudio distingue entre medidas pasivas, como cerraduras reforzadas, rejas o persianas, y medidas activas, como alarmas conectadas, de detección temprana y verificación en tiempo real. Las primeras sirven como elementos de disuasión física, mientras que las segundas ofrecen una respuesta inmediata ante cualquier incidencia.
Al respecto de la problemática, Jenny Sofie Reneng, directora de operaciones de Sector Alarm, asegura que "el aumento de segundas residencias y la estacionalidad hacen que muchas viviendas queden desprotegidas durante meses". Así mismo, insiste en que "la seguridad no puede concebirse como un complemento, pues hoy forma parte de la definición misma de hogar: un espacio protegido incluso a kilómetros de distancia".