CASTELLÓ. Burriana sigue dando pasos en firme en uno de los proyectos más esperados y, a la vez, más necesarios para la ciudad: el gran colector de pluviales de la avenida Cardenal Tarancón. En la última semana, la mesa de contratación del Ayuntamiento ha abierto los sobres con las ofertas para ejecutar la tercera fase de la infraestructura y el resultado ha dejado un único candidato: la mercantil Becsa, que ha presentado una propuesta de 1.192.900 euros.

Todo apunta, por tanto, a que la adjudicación se formalizará en breve y que, si no surge ningún contratiempo técnico, las máquinas podrían empezar a trabajar ya en octubre.

El tramo de la avenida Cardenal Tarancón, que conecta desde el supermercado hasta la piscina cubierta, se convertirá así en el nuevo escenario de una obra que reforzará la capacidad de respuesta de la ciudad de Burriana frente las inundaciones en episodios de fuertes lluvias.

Con 500 metros lineales de colector, esta tercera fase y penúltima supondrá un plazo de ejecución estimado de ocho meses, según detalló el concejal de Urbanismo, Juan Canós. Se trata de una inversión que no solo tiene una dimensión técnica, sino también social, porque conecta directamente con la seguridad y la tranquilidad de los vecinos.

El proyecto global prevé canalizar las aguas pluviales hasta el río Anna y completar la red con dos tanques de tormentas, una solución que busca aliviar de manera definitiva los puntos más vulnerables de la ciudad frente a las precipitaciones.

Cuando esta fase esté concluida, únicamente restará la cuarta, prevista para 2026. Entonces, el balance será claro: más de 4,5 millones de euros invertidos en dotar a Burriana de una infraestructura hidráulica que marcará un antes y un después.

El alcalde, Jorge Monferrer, lo resumía recientemente con una frase que refleja bien el alcance de este proyecto: “No hablamos solo de una obra de ingeniería, sino de una apuesta por la seguridad y el bienestar de nuestros vecinos frente a los fenómenos meteorológicos adversos”.