CASTELLÓ. La Diputación de Castellón sitúa al sector energético como uno de los pilares para la diversificación de la economía y la mejora de la competitividad en la provincia durante las próximas décadas. El Plan Futur Provincia presentado recientemente por la presidenta de la Diputación, Marta Barrachina, dedica uno de sus capítulos más extensos a la energía y pone el foco en tres ejes a desarrollar en el corto plazo: el biogás, el autoconsumo y las energías renovables, y el refuerzo de las redes eléctricas para asegurar el abastecimiento en todo el territorio castellonense.
En una provincia donde la industria representa el 33,2% del PIB, casi el doble de la media nacional (16,1%), la descarbonización no es solo una obligación climática, sino una condición imprescindible para sostener el modelo económico. Y así se refleja en la hoja de ruta que se ha marcado la institución a través de este plan.
El documento recuerda que Castellón dispone de más de 2.500 horas de sol al año, un litoral con condiciones óptimas para la eólica marina y una masa forestal de más de 120.000 hectáreas, recursos que la convierten en un territorio privilegiado para el despliegue de energías renovables y proyectos de economía circular. A estas ventajas naturales se suma una sólida red logística —puerto, aeropuerto y conexión ferroviaria y viaria con Europa— que refuerza su atractivo como polo energético.
El biogás como apuesta inmediata
En el corto plazo, la Diputación sitúa al biogás como una de las grandes prioridades. El plan detalla la elaboración de un programa provincial de desarrollo que incluirá el análisis de emplazamientos viables, la identificación de proveedores de materia prima (residuos agrícolas, biomasa, lodos de depuradora) y la estimación de la capacidad de generación. Todo ello se hará de la mano de los ayuntamientos y en coordinación con la Mesa del Biogás de la Comunitat Valenciana.
El documento advierte de que la actual dependencia del gas natural —clave en la producción cerámica— representa un factor de riesgo para la economía provincial. Por ello, plantea facilitar la inversión en plantas de biogás mediante la agilización de trámites y la creación de un interlocutor único, además de impulsar campañas de concienciación para mejorar la aceptación social de estas instalaciones, poniendo en valor su impacto positivo en la economía circular y en el empleo de las comarcas del interior.
Las energías renovables aparecen en el plan como un pilar estratégico para garantizar electricidad asequible y competitiva. La Diputación propone la identificación de nuevas ubicaciones para instalaciones solares y eólicas, y un plan de facilitación de la inversión en autoconsumo que desbloquee los proyectos pendientes de autorización.
El autoconsumo energético es visto como una herramienta inmediata para hogares, empresas y administraciones. Para favorecer su implantación la Diputación plantea crear una oficina de asesoramiento técnico, que centralice la información sobre ayudas y requisitos administrativos. En paralelo, reforzar las campañas de sensibilización social para aumentar la aceptación ciudadana, un aspecto que el documento subraya como “condición imprescindible” para el éxito de la transición.
Las comunidades energéticas locales se señalan como modelo a replicar en otros municipios, dado que permiten democratizar la generación renovable y extender sus beneficios al conjunto de la sociedad.
Proyección de la futura plataforma eólica del Puerto de Castellón.
El plan también pone el foco en el Puerto de Castellón, que se perfila como un emplazamiento idóneo para proyectos piloto de eólica offshore y energía undimotriz, que aprovecha la fuerza de las olas. La dársena sur se plantea como nodo estratégico para atraer inversiones y consolidar a la provincia como banco de pruebas de tecnologías energéticas emergentes.
Reforzar la red eléctrica, un requisito industrial
El documento advierte de que “garantizar la capacidad eléctrica es fundamental para la atracción de nuevas industrias”. Por ello, propone realizar estudios detallados sobre la demanda actual y futura de electricidad y la evolución de la potencia renovable instalada, además de elaborar planes de refuerzo de la red en coordinación con Red Eléctrica y las distribuidoras.
La electrificación de la economía —tanto industrial como residencial— obliga a planificar nuevas líneas de transporte y distribución, que aseguren el suministro a sectores productivos intensivos en energía. La Diputación se propone coordinar y supervisar estos proyectos para que acompañen el ritmo de expansión de las renovables y el crecimiento de la demanda.
Aunque en el corto plazo el foco se concentra en biogás, autoconsumo y redes, el Plan Futur Provincia también subraya el papel estratégico del hidrógeno verde. El macroproyecto de BP e Iberdrola en la refinería de Castellón se perfila como la piedra angular de esta apuesta, con capacidad para descarbonizar la cerámica y la química, y para integrar a la provincia en el corredor europeo H2Med.
En conjunto, el documento defiende que la transición energética puede generar miles de empleos verdes en la próxima década, ligados a la instalación y mantenimiento de plantas renovables, la producción de biogás e hidrógeno o los servicios de eficiencia energética.
