CASTELLÓ. 1999. Un año cualquiera para muchos, pero el principio de todo para unos pocos. La ASICS Penyagolosa Trails tal y como la conocemos tuvo por aquel entonces su origen, pues fue cuando la primera edición de la Marató i Mitja (MiM) echó a andar, para 13 años después empezar a correr hacia la primera CSP y coger velocidad de crucero hasta ahora, 2025, fecha en la que la prueba ha recibido por segundo año consecutivo el galardón a Mejor Prueba de Trail Running de España.

Años de trabajo, constancia y compromiso son los que han llevado a la ASICS Penyagolosa Trails al punto en el que se encuentra, uno en el que su pedigrí recorre todo el territorio nacional y trasciende más allá de nuestras fronteras. No en vano, 2.100 corredores de hasta 47 provincias españolas y 40 países distintos se dieron cita en Castellón hace tan solo 7 días, el pasado 12 de abril, para alcanzar el Santuario de Sant Joan de Penyagolosa y cruzar una meta con la que llevaban soñando durante meses de entrenamiento. 

Sin embargo, el papel de ASICS Penyagolosa Trails se propaga más allá del deporte. El trail running es la cara visible de un proyecto que da vida a los pequeños pueblos del interior de Castellón, que los revitaliza y que impulsa sus comercios. Para Borriol, Les Useres, Atzeneta, Culla, Vistabella y Xodos la prueba es uno de esos días marcados en rojo en el calendario, pues en tiempos, los actuales, en los que la despoblación está a la orden del día y el vivir fuera de las urbes acarrea dificultades cada vez mayores, eventos de este calado desahogan sus poblaciones y brindan a sus vecinos un día de auténtica fiesta. 

El impacto de la prueba se nota meses antes

La ASICS Penyagolosa Trail repercute en los pequeños municipios, sobre todo, a nivel económico y social. Y, además, no solo lo hace el día de la prueba, sino que el impacto empieza a notarse meses antes: "Los beneficios que trae al pueblo la carrera empiezan a verse allá por el mes de diciembre, pues es mucha la gente que empieza a preparar la prueba y a pasar por Les Useres. A final de año es cuando comenzamos a ver verdadero movimiento y pasa a convertirse en una cosa continua", explica Jaime Martínez, alcalde de la localidad, a Castellón Plaza.

Miguel Ferrer, primer edil de Xodos, coincide al 100 % con Martínez. Ambos extienden el alcance de la ASICS Penyagolosa Trails a "los meses anteriores a la prueba" y el primero, en su conversación con este diario, destaca lo habitual que es "ver a corredores que, antes de la carrera, entrenan los tramos que pasan por la localidad y se quedan a comer o a almorzar". 

Esto, para el pequeño comercio de Xodos, es un espaldarazo brutal. Algo que se intuye, pero que ratifica Ferrer al contar que "para los negocios del pueblo, que son dos bares, una farmacia y una tienda, la ASICS Penyagolosa Trails es muy importante, pues son comercios que van a temporadas y que gozan de una gran oportunidad tanto ese día como los meses antes". 

En Vistabella, su alcalde, Jordi Alcón, sigue en la misma línea. El edil extiende el impacto económico a las casas rurales, los negocios que a su juicio "más lo notan, pues muchos de los corredores que vienen a entrenar después se quedan a dormir aquí. Lo mismo sucede el día de la carrera, ya que al ser Vistabella el último pueblo antes de la meta, muchos aprovechan y pasan aquí la noche", dice. Al carro se sube Martínez, quien reconoce que eso también sucede en Les Useres y que incluso "hay quien pasa por aquí el día de la prueba y luego vuelve un fin de semana a ver el pueblo". 

Huelga decir que en Culla pasa lo mismo que en los tres municipios anteriores. Heredio Bellés, primer edil de la localidad, confirma que en el pequeño municipio situado en el Alt Maestrat el impacto de la ASICS Penyagolosa Trails se nota "ese día, antes y después" y que "los pequeños comercios más beneficiados son, en primer lugar, los bares, pero indirectamente los demás, pues si quien lleva el bar necesita el triple de carne o de pan, la carnicería y la panadería también se ven positivamente afectadas". 

La ASICS Penyagolosa Trails, una auténtica fiesta

"Un día de locos". Así es como define Martínez la intensidad con la que se vive la prueba en Les Useres. "Te diría que hay hasta demasiada gente. Se tapona el pueblo. Pueden haber entre 5.000 y 6.000 personas ese día, es una animalada". Por algo es, probablemente, el punto de paso más emblemático de la MiM. La gente de Les Useres lleva en volandas a los corredores hasta la plaza principal del pueblo, lugar en el que está situado el punto de control. El municipio se revitaliza el día de la carrera y el calor que desprende lo notan todos y cada uno de los 1.500 participantes.

Algo similar sucede en Xodos. "El volumen de personas se multiplica por cinco o por seis ese día", detalla su alcalde, quien también aporta datos concretos: "Aquí viven 100 personas fijas y durante la carrera, sin contar a los corredores, pasan alrededor de 500". El pueblo se colapsa, sí, pero Ferrer tiene claro que, para ellos, la ASICS Penyagolosa Trails es toda una bendición: "La prueba es una gran forma de promocionar el pueblo, su entorno natural y su montaña, que es nuestro mayor valor. También ayuda a que la gente que no lo conocía se introduzca en él y en su gastronomía. El impacto es muy positivo", destaca. 

"Para Culla es un día de fiesta", señala Bellés. Allí llegan los corredores de la CSP tras haber recorrido 62 kilómetros y superado la distancia de la MiM. "Es un día en el que viene mucha gente, ya sean familiares, amigos o personas que simplemente acuden a animar a los participantes". El pueblo se vuelca y los corredores lo notan, no en vano, "para Culla es un día marcado en el calendario, uno especial", concluye el edil.

"Es un fin de semana de caos positivo, un día de encuentro y fiesta en Vistabella", destaca Alcón, quien tiene claro que la ASICS Penyagolosa Trails "revitaliza todos los pueblos por los que pasa". También el paso por la localidad impulsa a los corredores, quienes saben que, por fin, están a menos de 20 kilómetros de la meta. Y es que la relación entre la organización, los participantes y los municipios es mutua, recíproca y simbiótica. Unos sin los otros no serían nada. ¿Acaso hay mejor excusa que el deporte para echar una mano a los pequeños pueblos del interior, impulsar sus comercios, revitalizar su gente y llenar de vida sus calles?