COMARCAS

Vinaròs transforma la N-340a en un bulevar y abre la puerta a otros proyectos como la estación de buses

El Plan de Movilidad Urbana Sostenible local dará un nuevo impulso en marzo, cuando la empresa Becsa concluya las obras

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CASTELLÓ. El Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Vinaròs, en vigor desde febrero de 2022, dará un nuevo impulso en marzo, cuando la empresa Becsa concluya las obras de transformación de la antigua N-340a en un bulevar urbano. Con ello se abrirá la puerta a la ejecución de nuevas infraestructuras contempladas en el plan, como la construcción de la estación de autobuses en el cruce del bulevar con la calle María Auxiliadora, el nuevo aparcamiento junto a la estación de tren o la prolongación de la avenida de Madrid hasta la antigua N-340a.

Los trabajos de conversión en bulevar, financiados por la Unión Europea a través del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible con 6.748.710 euros más otros 66.605 en expropiaciones que paga el Ayuntamiento, avanzan a buen ritmo a pesar de los numerosos cortes y desvíos de tráfico. La actuación afecta a los 3,6 kilómetros de la N-340a que discurren por las afueras de Vinaròs, una vía con cruces peligrosos y calles paralelas que dan servicio a los edificios del entorno. La carretera se reordena manteniendo sus dos carriles, mientras una hilera de arbolado la separará del nuevo carril bici y del vial peatonal.

La antigua N-340a, con 12 metros de anchura, presentaba numerosos puntos peligrosos para los peatones, que cruzaban con absoluto descontrol. Para calmar el tráfico y mejorar la seguridad, se crean 16 pasos peatonales elevados y tres nuevas rotondas, que se suman a la ya existente: una junto al Centro Comercial Portal Mediterráneo, otra en el cruce con la calle Santaella para acceder al polígono industrial Capsades y la tercera en el cruce con la avenida Barcelona. Además, se reasfalta el camino lateral de medio kilómetro junto a la báscula de pesaje.

También está previsto repavimentar los primeros 1,6 kilómetros de la N-232 y 1,7 de la N-238. Una vez concluyan las obras, el bulevar pasará a ser propiedad del Ayuntamiento, ya que desde la liberalización de la AP-7 se ha convertido en una vía urbana más de Vinaròs. Según los datos de 2021 de la Dirección General de Tráfico (DGT), el vial soportaba el paso diario de 14.131 vehículos, de los cuales apenas un 3% eran camiones.

Otros proyectos del Plan de Movilidad

Además de la N-340a, otros proyectos del Plan de Movilidad ya se han ejecutado en estos tres años iniciales. Se han instalado los primeros postes de recarga para vehículos eléctricos y se han realizado intervenciones para aliviar el tráfico en el casco urbano, como la regeneración de la avenida de la Libertad, a cargo de la empresa constructora Pavasal. Esta inversión de 1.265.544 euros ha permitido rediseñar el vial de 16 metros de ancho, priorizando el paso de peatones y conectando el nuevo carril bici con el de la calle Leopoldo Querol. En la misma línea van las obras de regeneración de la plaza Primero de Mayo, licitadas con un presupuesto de 2.412.224 euros y un plazo de ejecución de 10 meses.

El Plan de Movilidad de Vinaròs contempla un total de 79 medidas concretas para mejorar en tráfico y potenciar los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público antes de 2030. El documento identifica con nitidez los principales problemas que complican los desplazamientos por el municipio: la alta concentración de coches en la zona costera y el casco urbano, la libre circulación de vehículos por el centro histórico, la bajísima utilización del transporte público, la escasez de itinerarios peatonales y ciclistas y, por último, el elevado uso del coche incluso para trayectos cortos.

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