VALÈNCIA. Julio de 2021. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una maniobra sorpresiva, prescinde del que había sido uno de sus principales colaboradores en el ejecutivo y en el PSOE, José Luis Ábalos, pieza básica además en su histórica victoria en las primarias socialistas y, por si fuera poco, uno de los artífices de la moción de censura que terminó con su jefe en la Moncloa y con Mariano Rajoy fuera de la política.
En aquel momento, Ábalos concentraba un volumen de poder elevado -para muchos excesivo- al ostentar el área de Organización en el partido y el Ministerio de Transportes. Una combinación de cargos que había aumentado la nómina de seguidores en su federación de origen, la valenciana, hasta tal punto que era capaz de incluso plantear un pulso orgánico al entonces presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como ocurrió en las primarias de 2017.
Sin embargo, aquella mañana de julio la influencia de Ábalos se esfumó casi de forma inmediata. Sus fieles, todos ellos autodenominados 'sanchistas', vagaron entre la incredulidad y la frustración durante meses, en algunos casos pidiendo tímidamente explicaciones y, en otros, soñando con un regreso estelar de su jefe de filas. Poco a poco, la mayoría de ellos fue buscando otro líder al que seguir y otra 'familia' a la que pertenecer, especialmente a medida que se iban conociendo novedades del denominado 'caso Koldo' que terminó de estallar semanas atrás. Pero, ¿qué ha ocurrido con el 'abalismo' y sus dirigentes a día de hoy?
Más allá del intento fallido del exministro por liderar el PSPV en el año 2000, cuando perdió por apenas diez votos frente a Ignasi Pla, cabe recordar que su grupo siempre se caracterizó por ser una fuerza unida y rocosa en la ciudad de València. A lo largo de prácticamente tres décadas, el denominado 'abalismo' controló una minoría -a menudo mayoritaria- en las agrupaciones socialistas de la capital, que solía rondar entre el 20% y 30% de la militancia según el proceso.
Un grupo que resultaba casi siempre decisivo en cualquier proceso interno del Cap i Casal, lo que convertía a Ábalos y los suyos en una 'familia' política con la que necesariamente había que contar para conseguir liderar el partido en la ciudad. O eso, o directamente lograr que el resto de grupos de la capital se unieran precisamente contra el 'abalismo'. La primera opción, la del pacto con el ya exministro, se repitió en varias ocasiones en estos 30 años: sobre esto, los dirigentes del PSPV consultados por este diario señalan que, desde el punto de vista orgánico, Ábalos ofrecía "estabilidad" puesto que cumplía los pactos.
Sin embargo, en el momento de mayor poder de Ábalos de su carrera política, controló el liderazgo provincial de Valencia a través de la diputada Mercedes Caballero, pero no pudo dominar la ciudad, pese a plantear en las primarias de 2018 batalla mediante la concejal Maite Girau a la teniente de alcalde Sandra Gómez, próxima a Ximo Puig, que venció con un 56% de los votos al recoger el apoyo del resto de familias de la capital.
Así, hasta 2021, el 'abalismo' se instaló como la principal alternativa al 'ximismo' en la federación valenciana, una oposición interna que comenzó a diluirse con la caída del exministro debido a mencionada pérdida de confianza de Sánchez. El último intento unitario de plantear un pulso por parte de esta familia se produjo en el congreso del PSPV celebrado en Benidorm en noviembre de ese mismo año, cuando exigieron mayor representatividad en la ejecutiva de Puig, un conato de revuelta que se arregló con unas mínimas concesiones del líder del partido y presidente de la Generalitat. A partir de ese momento, los dirigentes considerados 'abalistas' pasaron a tomar distintos caminos.
Ex altos cargos como los delegados del Gobierno Gloria Calero y Juan Carlos Fulgencio, en ambos casos próximos a Ábalos y designados en su etapa como ministro, permanecen ahora fuera de la primera línea política. Un caso similar al del exconcejal de Seguridad Ciudadana Aarón Cano, muy cercano a Ábalos y que ahora no parece estar presente en ninguna operación orgánica.

- Caballero, Toni González y Ábalos. Foto: PSPV
En cambio, el grueso de los dirigentes próximos al exministro han encontrado refugio bajo el ala del secretario general provincial de Valencia y portavoz socialista en la Diputación, Carlos Fernández Bielsa, a través de diversas vías. Una de las principales, la labor realizada por el alcalde de Almussafes, Toni González, quien en los últimos años ha aglutinado a parte de los seguidores de Ábalos en distintas comarcas, conformando un grupo que apoyó en bloque a Bielsa en el proceso de primarias provinciales de Valencia que le enfrentó al alcalde de Riba-roja, Robert Raga, favorito de la líder del PSPV, Diana Morant, que terminó con la victoria del primero por 21 votos. Además, también se dibujaron vínculos entre estos restos del 'abalismo' y el -en ese momento- líder provincial de Alicante, Alejandro Soler, merced a la buena relación del diputado ilicitano y el exministro, que además sintonizaban con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ahora en el ojo del huracán del 'caso Koldo'.
También se han integrado con Bielsa en este tiempo dirigentes otrora 'abalistas' como el alcalde de Burjassot, Rafa García; la exalcaldesa de Anna, Pilar Sarrión; la exconcejal de València y ex secretaria general de Ruzafa Pilar Calabuig (ahora fichada como asesora por el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, cercano a Bielsa), o la portavoz socialista en Oliva, Ana Morell; incorporada días atrás como asesora en la Diputación tras dar apoyo al líder provincial en las citadas primarias frente a Raga.
En esta lista de afines al exministro que ahora se encuentran bajo el paraguas de Bielsa tras los últimos procesos también se encuentra el expresidente de Enusa José Vicente Berlanga, recientemente incorporado en comisión de servicios al consistorio de Mislata, donde Bielsa es alcalde; la concejal del Ayuntamiento de València Elisa Valía, designada en abril portavoz provincial del PSPV o Marisa Parrilla, reelegida esta semana líder del partido en la agrupación de Benimaclet.

- Ábalos junto a algunos de sus afines años atrás. Foto: PSPV provincia de Valencia
También con buena relación con Ábalos estos años y ahora en la órbita de Bielsa se encuentra la senadora y exdirectora general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre S.M.E, S.A. (Seitt), Cristina Moreno, designada en ese cargo en la recta final del ministro en su puesto en 2021. Recientemente, fue incluida como vicesecretaria de Relaciones Institucionales en la ejecutiva de la nueva líder del PSPV en la ciudad de València, Pilar Bernabé, según distintas fuentes socialistas, a petición de Bielsa.
En cuanto a dirigentes de reconocida afinidad histórica con el exministro que se encuentran en la ejecutiva autonómica del PSPV se encuentran la diputada y responsable del área de Memoria democrática, Mercedes Caballero, que ha apoyado a Morant y a Raga en los últimos procesos; y el secretario de Movimientos Sociales, Martín Navarro, actualmente coordinador adjunto de Infraestructura y Administración del Comisionado Corredor Mediterráneo en Adif, donde ha ostentado diversos cargos.
Por su parte, otra dirigente en su día próxima a Ábalos, la exconcejal Maite Girau encabeza un grupo en València Nord que se ha alineado con la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, en el apoyo a Lorena Ramírez (FSP-UGT) para que repita como líder de la agrupación.