VALÈNCIA. El flamante president de la Generalitat valenciana, Juanfran Pérez Llorca, anunció este miércoles la composición de su primer Consell, continuista respecto al que heredó de Carlos Mazón, en el que hay dos carteras más, algunos cambios de titulares y una sola salida, la de la consellera de Hacienda y Economía, Ruth Merino, a la que sustituye el hasta ahora conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira.
Rovira hereda una conselleria siempre complicada por la situación financiera de la Generalitat, lastrada por la infrafinanciación que padece la Comunitat Valenciana desde principios de siglo. Lo hace además asumiendo las competencias de Función Pública y Simplificación.
Conseguir una financiación justa será uno de los retos del nuevo titular de Hacienda, que será el quinto que lo intente desde que el actual Sistema de Financiación Autonómica cumplió cinco años, el 31 de diciembre de 2013, fecha a partir de la cual debía revisarse, según la ley.
Antes que él estuvieron en esa pelea el popular Juan Carlos Moragues (2012-2015), los socialistas Vicent Soler (2015-2022) y Arcadi España (2022-2023) y Ruth Merino (2023-2025), quienes chocaron con la indolencia de los ministros de Hacienda, primero de Cristóbal Montoro y desde 2018 de María Jesús Montero.
Pérez Llorca dijo en su discurso de investidura y en el de toma de posesión que continuará en la batalla por conseguir una reforma del sistema de financiación e invitó al PSPV-PSOE a volver al consenso que se había alcanzado en Les Corts sobre este punto, excepto con Vox.
Presupuestos de 2026
Pero antes de lo más importante, lo más urgente, que para Rovira será presentar un proyecto de Presupuestos para 2026. El proyecto estaba listo para presentarse el 31 de octubre, pero las reticencias de Vox a dar su apoyo explícito a unas cuentas que no había negociado y la crisis política destada tras el funeral de Estado dos días antes que llevó a la dimisión de Mazón el 3 de noviembre convirtió en estéril cualquier intento de presentarlo.

- Sede de la Conselleria de Hacienda.
- Foto: GVA
El año 2026 empezará con los Presupuestos de 2025 prorrogados, ya que, aunque se presentasen ahora, en ningún caso daría tiempo a que Les Corts los aprobasen antes del 31 de diciembre.
Rovira tendrá que valorar si presenta el presupuesto con las lógicas modificaciones de áreas al haber cambiado la configuración del Consell o entra a negociar antes con Vox para asegurarse de su apoyo parlamentario antes de presentarlos. Al llegar tarde a la fecha límite, que era el 31 de octubra, no tendrá la presión del calendario.
Menos déficit, más deuda
El nuevo conseller hereda unas cuentas mejores que las que se encontró Ruth Merino a su llegada en julio de 2023.
El déficit se ha reducido notablemente pero aún está muy por encima del objetivo marcado para las Comunidades Autónomas, que es del 0,1% sobre el PIB regional. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) prevé que la Comunitat Valenciana cierre 2025 con un déficit del 1,3%, sin contar el efecto de los gastos de la Dana. La previsión de Fedea es que sea el 1,4%.
Es una rebaja sustancial respecto a 2024, cuando fue el 1,68%,; a 2023, cuando alcanzó el 2,45%, y a 2022, último año completo del Gobierno de Ximo Puig, cuando se situó en el 3,11%.
En cuanto a la deuda pública, ha aumentado en volumen pero ha bajado en porcentaje sobre el PIB. La cifra en junio de 2023, cuando llegó al poder Mazón, era de 57.246 millones de euros, el 43,5% del PIB, y dos años después -en junio, último dato oficial- es de 60.693 millones, que representa un 39,9% del PIB. En términos porcentuales es, con diferencia, la más alta de todas las CCAA.
Asume Función Pública y Simplificación
El nuevo conseller tendrá más trabajo que su predecesora, ya que su departamento asume las competencias de Función Pública y Simplificación Administrativa.

- Rovira, junto a Pérez Llorca.
- Foto: EDUARDO MANZANA
El área de Función Pública vuelve así a depender de Hacienda después de que en noviembre de 2024, en la remodelación que Mazón acometió tras la Dana, trasladara estas competencias a la Conselleria de Justicia.
En cuanto a Simplificación Administrativa, la competencia dependía directamente de Presidencia de la Generalitat, gestionada por el director general Francisco Ortega, que colgaba del secretario autonómico de Presidencia, Cayetano García. Varias fuentes consultadas dan por hecho que Cayetano García se mantendrá en la Generalitat como secretario autonómico pero encuadrado en la Conselleria de Hacienda.