CULTURA

Def con Dos, una de las bandas más divertidas y mordaces del metal español descargarán en Argelita

El 26 de julio estarán tocando junto a O'Funk'illo en el municipio castellonense

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ARGELITA. Cuando era un chaval hubo dos cedés recopilatorios; en realidad un recopilatorio y una banda sonora, que me marcaron y me abrieron un mundo hasta ese instante desconocido. El primero fue la banda sonora de El Día de la Bestia y el segundo, "La música más kañera y koñera" de El Jueves, un disco que tuvo bastante repercusión en su momento y recogía a grupos de toda índole. En ambos había una canción de Def con Dos, también de Extremoduro. Las ácidas letras de Def con Dos, depuradas e imaginativas, y su sonido, mezcla de metal y rap, sonaban muy diferentes a cualquier cosa que hubiera escuchado en lengua cervantina, tan proclive, en muchos casos, a la comedia gruesa. Era humor, pero también denuncia e ironía. ¿Cómo olvidar "Pánico a una Muerte Ridícula" o "La culpa de todo la tiene Yoko Ono"? ¿Quién podía elegir esos temas y hacer una canción?

El 26 de julio estarán tocando junto a O'Funk'illo en Argelita, también estarán los castellonenses, Malos Vicios, AKRA y Los Azekias. Castellón Plaza habla con César Strawberry, una de las voces de Def con Dos. 

Las casualidades de la vida llevaron a Strawberry de ser un posible artista gráfico a una de las voces más reconocidas del metal nacional. Julián Hernández, vocalista de los irreverentes y mordaces, Siniestro Total, era el cuñado de Strawberry y el impulsor del proyecto, al principio sin nombre, de Def con Dos. Y todo comenzó en el pub El Manco en 1988, centro de la movida Viguesa de los 80, donde habían tocado grupos como Golpes Bajos, Os Resentidos o Aerolíneas Federales.

"Yo lo conocí por una cuestión familiar, que era mi cuñado, durante muchos años lo fue. Y debido a la convivencia familiar y a la complicidad que tuvimos siempre, a mí me gustaba mucho el hip hop, que estaba empezando en aquella época", comenta. "Ellos solían ir a garitos de Vigo siempre con grupos a hacer conciertos improvisados, y unas veces hacían de un grupo de blues, otros de ska y esta vez dijeron ¿Por qué no hacemos como un  grupo de hip hop? Era un poco una parodia. Lo hicimos así, bueno, lo hizo él, que era el que sabía, el que era músico y tenía la capacidad", dice.

Y aquella noche algo debió cambiar en la cabeza de Strawberry y de Julián Hernández. Encima del escenario había algo. "Y ahí nos juntamos un grupo de aficionadillos con un gran profesional como él. Y gracias a eso pudimos dar lo que fue el primer concierto, el embrión de lo que luego sería Def con Dos". Por descontado, Strawberry no tenía en mente dedicarse a esto de forma profesional. A veces las cosas pasan, como he dicho, por casualidad. "Evidentemente, no lo pensaba. Yo todavía estaba estudiando Bellas Artes, mi pasión era dedicarme a las artes gráficas y no a nada de la música, eso vino después y totalmente inesperado".

La vida tras aquella noche

Tras esa noche llegaron tres maquetas, las que conformarían una especie de tríptico, Primer Asalto (1998), Segundo Asalto (1989) y Tercer Asalto (1991). En la segunda maqueta, Segundo Asalto, la banda optó por una estrategia de financiación que vieron en los ingleses, Sigue Sigue Sputnik. Pongámonos en contexto antes de avanzar. Sigue Sigue Sputnik metieron publicidad inventada en su disco debut, Flaunt it, y hasta la marca L´Oreal pagó por un espacio publicitario en el elepé entre canción y canción. Def con Dos hizo, a su escala, lo mismo. “Lo hicimos para financiar nuestro Segundo Asalto, que efectivamente se financió gracias a eso. Nosotros recolectamos 600 euros, de bares, de una empresa de camisetas, con eso conseguimos financiarlo”

Si Julián Hernández es una figura significativa en la historia de la banda, Álex de la Iglesia es una auténtica lanzadera para los de Vigo, poniéndolos todavía más en el mapa. Contó con el grupo en sus dos primeros trabajos cinematográficos, dos odas al cómic más gamberro. Def con Dos fueron los encargados, cuando apenas existían como banda, de poner el tema principal de Acción Mutante (1993), el descacharrante debut del bilbaíno. “Lo conocimos porque cuando estaba haciendo la preproducción de Acción Mutante en Madrid, él era totalmente un foráneo que no conocía muy bien Madrid. Y el garito en el que trabajábamos nosotros, que se llama La vaca austera, que sigue existiendo todavía y está en Malasaña, se pasó por ahí y un día me dijo: admiro mucho tu grupo y yo le comenté; a ver, es que el grupo en aquella época no era un grupo, era una idea surrealista, porque no tocábamos, porque no teníamos ni idea. La música la hacía Julián Hernández, aunque no quería que se supiera su identidad".

Aquella propuesta proveniente de un fan resultaba sorprendente, sobre todo porque ellos solo tenían maquetas. “Yo le dije: te lo agradezco mucho, pero este grupo es un poco de coña. Un día me dijo: ¿Por qué no me haces un día una idea de canción para una película? Y me trajo el guion de Acción Mutante. Ese guion, yo me lo leí en casa e hice la letra y luego le gustó, y de un día para otro me dijo: pues venga, grabarlo, y me quedé flipado porque yo no tenía grupo, el grupo era un titular, no había grupo. A raíz de que se interesó y le gustó el grupo, y tuvimos que hacer una canción para la película, tuvimos que hacer el grupo”, recuerda.

Aquella canción fue un subidón para el grupo, y el catalizador de la creación del mismo de forma seria. El siguiente paso junto al director fue determinante. Acción Mutante no funcionó en taquilla pero su segunda película se transformó, casi de inmediato, en un acontecimiento de culto. Def con Dos volvían a ponerle letra y música a una película de Álex de la Iglesia: El día de la Bestia. "Del mismo modo que me dio el guion de Acción Mutante para hacer la canción homónima, que fue la canción principal de la película, cuando hizo El día de la bestia, que el grupo era ya mucho más conocido, habíamos publicado nuestro primer disco, Alzheimer, que este año se han cumplido 30 años".

Con más bagaje en la música y con las ideas más claras, Def con Dos grabó un tema icónico del cine español. "Yo fui a ver el copió de la película, yo fui el primero en ver el copión de la película junto al productor, Andrés Vicente Gómez. Álex en aquel momento tenía una relación muy buena conmigo, y confiaba mucho en mi criterio y me la quiso enseñar a ver qué me parecía, y me pareció increíble", expresa. "De hecho, no estaba terminada, faltaban los efectos digitales y muchas cosas. Lo flipé, le dije: esto va a ser un bombazo. Y él había arriesgado mucho en esa película porque Acción Mutante de entrada no fue muy bien, entonces se lo estaba jugando bastante". 

Una de las características más reconocidas de Def con Dos son las letras depuradas y diferentes a nivel conceptual. El uso del lenguaje, de la ironía y del doble sentido, muy en la línea marcada por los Monty Python. "Las letras yo las aprendí a hacerlas de Julián Hernández, yo no era letrista ni nada, aprendí un poco a ojo. Utilicé los recursos que tenía a mano, tampoco intenté hacer ningún tipo de letra de ningún tipo. Simplemente lo que me sabía. Éramos un tipo de gente que tenía otras inquietudes, que leían comics".

Un grupo que nadaba a contracorriente

El grupo se alejaba de lo evidente, de las corrientes de pensamiento que hubiesen y han nadado a contracorriente en múltiples ocasiones. La libertad creativa por encima de todo. "Siempre hemos intentado mezclar ironía con crítica y acidez y ser muy iconoclastas y muy rompedores, en el sentido de no respetar ningún tipo de dogma, y hacer de la ironía un arma de reflexión para meter el pensamiento crítico en la gente", señala. 

Quizás muchas bandas pecan de ser demasiado directos, dejando poco espacio en las letras para el análisis más allá de lo emocional. Def con Dos han ido un paso más allá convirtiendo al oyente en un cómplice que se ha de esforzar en comprender la letra. "Hemos intentado, siempre que hemos podido, que nuestras canciones sorprendan y te hagan pensar un poco más allá de lo evidente, sorteando un poco los pensamientos más encasillados en ideologías, para desconcertar al público en general y que eso sirva para que uno pueda hacer determinadas reflexiones sobre la realidad un poco más críticas, y de algún modo distintas a los dogmas al uso", apunta. 

El último trabajo hasta la fecha, y que descargarán en Argelita, se titula Cuarto Asalto; sin embargo, no es una continuación de sus maquetas, pero sí un guiño a la historia de la banda. "No, el nombre es un guiño. El disco no es una continuación de lo que era Tercer Asalto. Es un guiño que indica el old school de la banda, de esa época que hacíamos esas cosas muy locas. Es sorprender al público treinta y pico años después que nada tiene que ver".

Sorprende el minutaje tan corto de las canciones, veo difícil, aunque esta banda lo consigue, encapsular tantos mensajes en escasamente dos minutos de canción. "Lo que hemos intentado hacer con éste disco es adaptarnos a la capacidad de atención que existe hoy en día entre la gente", dice. "La capacidad de atención en menguante en general y la gente no escucha… en directo, sí, la gente se lo traga más, es otro contexto. Pero a nivel de discos, la capacidad de atención a nivel de redes sociales es cada vez menos y no toleramos que nos enrollemos mucho. Tienen una capacidad que está en el minuto y medio. Hemos comprobado que en nuestros últimos discos la gente no llegaba a las últimas canciones porque parece que están muy lejos. Si quieres que las escuches tienen que ser cortas", defiende.

La canción NPC me parece de los mejor del álbum. Para quién no lo sepa, el NPC es un personaje no jugable, los que aparecen en juegos de mundos abiertos que no hacen nada y son solo, o aparentemente, decorativos. "NPC está muy bien expresado en el término mismo, en el sentido que es un personaje que no juega, que no interactúa, en la sociedad hay mucha gente que no juega, simplemente está ahí y es ese mundo que oscila de un extremo a otro, ¿cómo que de votar esto ahora votas esto?", comenta. "El NPC es una persona que no tiene grandes convicciones, que está ahí de paso. Y dejándose llevar por las circunstancias, y la mayoría de gente somos así". 

Es un concepto llegado del mundo del videojuego que retrata muy bien un tipo de persona. "Eso existe, me he fijado en la facultad que la gente que destacaba un poco, se fijaban más en ti y te suspendían más, y luego los que pasaban desapercibidos y eran del montón, les aprobaban, yo llegué a envidiarlos", dice. 

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