CASTELLÓ. El estilo abstracto rompió con la percepción clásica del arte, principalmente en busca del realismo más puro, gestada hasta el final del siglo XIX. De este manera, el comienzo de la nueva centuria trajo consigo varias décadas consecutivas de innovación en una misma dirección: la simplificación de las formas representadas para alcanzar un simbolismo idéntico. Pablo Picasso y Kazimir Malévich continuaron las bases establecidas por Paul Gauguin o Wassily Kandinsky; pero, contemporáneamente a los primeros, Piet Mondrian trabajó el neoplasticismo en su máxima expresión. El pintor neerlandés consiguió reducir los iconos en sus composiciones a apenas unas líneas rectas pinceladas con los colores primarios. A lo largo de su revolucionaria trayectoria, el artista planteó su obra más allá de la pintura, de manera que su estilo buscaba el equilibrio y la armonía. Tal objetivo derivó, con el paso del tiempo, en el traslado de su visión a otros campos como la música, perfecta en sí misma, la moda o la arquitectura, especialmente a raíz de su óleo Nueva York (1941).
De la bautizada como capital del mundo a Castelló; la vanguardia de Mondrian impregna ahora el monumento infantil de la Gaiata 4, l'Armelar, cuyo diseño se inspira este año en el trabajo del artista. La gaiata, que iluminó el pasado domingo las céntricas calles de Castelló en el tradicional Desfile de Gaiatas y brilló este lunes en la Encesa, expone ahora su combinación de plasticismo con los elementos clásicos de la Magdalena en la avenida Doctor Clará, junto al Hospital Provincial. A su alrededor, el monumento diseñado por la artista Mar Montolío enseña la simbología popular de las fiestas, con representaciones, por ejemplo, de la Virgen de Lidón pintada a mano en una de sus vidrieras. No obstante, la gaiata resalta por su homenaje a Mondrian y se imbuye de aquella perspectiva del autor a través de sus formas cuadradas, rectilíneas y primarias en su cromatismo. "Es extraño; es diferente porque Mondrian tiene unas pinturas y una forma de ser cuadrada, mientras que en las gaiatas estamos acostumbrados a ver sobre todo formas redondas", explica la creadora del monumento.
La inspiración, en el Palau de la Festa
El itinerante universo que rodea las Fiestas de la Magdalena, uno de los pilares culturales de la ciudad de Castelló, se reúne, especialmente durante los meses previos a la celebración, en el Palau de la Festa. El edificio ubicado en la circunvalación Este de la capital de la Plana sustituyó a partir de la década pasada a La Pérgola como guardián de la esencia festera. Construido en 2009 y rematado por una inconfundible fachada tejida por piezas cerámicas, su composición pictórica recuerda a aquella de Piet Mondrian y su singular imagen de la Gran Manzana. "Buscando dibujos a la hora de coger ideas, me tropecé con varias pinturas de Mondrian y me llamó la atención que son rectángulos y cuadrados similares a los del Palau", señala Montolío. A partir de ese punto, la artista gaiatera comenzó a indagar en la biografía del pintor y las coincidencias se apilaban. "Empecé a investigar y casualmente me di cuenta de que falleció en el año 1944, justo unos meses antes de cuando empezaron las fiestas modernas", apunta.

- Detalle en braille
Pese a su renacimiento al albor de la recuperación de las fiestas fundacionales a mediados del siglo XX, las gaiatas se apoyan principalmente en un estilo artístico más enrevesado. Así, los monumentos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) muestran desde sus inicios unos diseños refinados, rematados en sus brazos con líneas curvas y decorados con luces enfáticas. En este sentido, la gaiata infantil de l'Armelar nace con el objetivo de dar respuesta a la pregunta de "cómo se hubieran construido los monumentos castellonenses de haber seguido las corrientes pictóricas de la época", entre las que destacaba el neoplasticismo de Mondrian. A tal efecto, la gaiata realiza un recorrido a lo largo de la carrera del autor neerlandés fijado en su cariz "modernista" hasta el último detalle. "Por ejemplo, en una de las vidrieras, el monumento incorpora la reconocida figura de la Menina de acuerdo con la perspectiva Mondrian", expone Montolío. Las referencias al expresionismo del artista continúan alrededor de la gaiata, que cede su "rococó" habitual a una estructura directa.
De los detalles a la innovación
En sí misma, la composición de la propuesta infantil de l'Armelar para 2025 desglosa en cada uno de sus extremos un vínculo aparentemente alejado, pero a la vez atravesado por una iconografía y una paleta compartidas. "Todos los elementos se relacionan mediante los colores; en concreto, el rojo, el azul y el amarillo", indica Mar Montolío, que se detiene para recordar el esfuerzo y el trabajo dedicado a la figura. "Ésta en particular ha llevado más tiempo del que debería para ser un monumento infantil", asegura la artista. "Hemos querido acabarla bien y buscamos que quede perfecta". En este sentido, entre los motivos que han complicado la construcción de la gaiata resalta su estructura cúbica. "Al ser cuadrada resulta más difícil equilibrarla y nos hemos detenido en observar que nada se salga de su sitio", asevera. De esta premisa emerge, de hecho, el lema del monumento: La quadratura del cercle. En suma, Montolío y su equipo - formado por tres personas más - iniciaron el proceso en septiembre y lo concluyeron en marzo - a pocos días para el inicio de las fiestas - con los últimos remates. Entre ellos, la figura distingue la presencia en uno de los extremos de su base de una placa en la que puede leerse, escrito en braille, "Gaiata 4 l'Armelar monumento infantil Magdalena".

- Mar Montolío junto al monumento infantil
Precisamente, la gaiata esconde en sus flecos finales una serie de pormenores que la desmarcan en un sentido vanguardista. De esta manera, el monumento termina en unos brazos enlazados por la clásica forma del gayato; no obstante, el cuerpo de éstos sobresale mediante piezas cuadradas, según las formas de Piet Mondrian, que aportan relieve. Asimismo, la parte central de la figura muestra las últimas alusiones al pintor en su intención de abstraer a sólo unas líneas el mapa de la urbe neoyorquina. "La innovación en el diseño de las gaiatas es complicada; donde sí se avanza, a raíz de las nuevas tecnologías LED, es en las luces y en su juego mediante la informática", afirma Montolío, mientras desvela qué espera de los espectadores al observar el monumento. "La reacción del público va a ser de sorpresa; unos para bien, como algo que se sale de los cánones habituales, y otros que piensan que, al ser recta, resulta más sencilla, aunque ha costado más de lo habitual. En definitiva, espero que guste a Castelló", subraya. Con todo, la gaiata infantil de l'Armelar ilumina la ciudad durante esta semana al tiempo que echa un vistazo a su origen, pero sin olvidarse del futuro.