CASTELLÓ. El pasado mes de noviembre, el grupo de artistas Urban Sketchers cumplió un lustro en Castellón. El movimiento en sí mismo, presente en un sinfín de ciudades y pueblos alrededor del mundo, comenzó en el año 2007 a cargo del periodista español Gabriel Campanario como un motivo para compartir imágenes en la red social Flickr. Desde entonces, la iniciativa fomenta el dibujo, tanto en interiores como en exteriores, y premia la observación directa del entorno para trasladar sus formas al papel. De esta manera, pese a que la filial en la provincia describe la libertad de afuera como su "hábitat natural", también se prodiga dentro de las cuatro paredes, donde sus dibujantes se protegen ante las inclemencias atmosféricas y hallan "aquello que no se encuentra en el exterior". Así pues, "esa vertiente de dibujar en espacios interiores nos ha llevado a visitar las sedes del Museu de la Ciutat de Castelló (MUCC)", comenta Miriam Ruiz, una de las administradoras de la agrupación local.
En este sentido, Urban Sketchers Castelló expone en 'Describiendo el MUCC con un pincel' - en el Museo de Etnología de la ciudad hasta el próximo 9 de marzo - las diferentes miradas de sus miembros a los principales monumentos y espacios culturales de la capital de la Plana. Los dibujos, mostrados en la sala de la planta baja de la galería, invitan al espectador a sumergirse en un recorrido por la localidad que discurre entre distintos estilos, aquellos que los autores deciden imprimir a sus creaciones. De El Fadrí y la Concatedral de Santa María; al Museo de la Mar o el Castell Vell. El objetivo del grupo de artistas estriba en "poner en valor la cultura y la tradición" a través de sus obras. De este modo, el movimiento en la provincia ha crecido "de forma exponencial desde la pandemia" y ahora ya alcanza los 15 miembros, detalla Ruiz, que atiende a Castellón Plaza durante la inauguración de la exposición.
Castelló, en diferentes 'pinceles'
La muestra ubicada en el recinto de la calle Caballeros se compone de distintos paneles, divididos según los diversos reclamos del municipio y las sedes del MUCC. Además de estas disposiciones verticales, más completas, la exposición deshace el camino realizado en la creación de las obras a través de pequeños detalles colocados en vitrinas. Así, en los cubículos de cristal se aprecian botes de tinta; utensilios para trazar y colorear como lápices, rotuladores, acuarelas o ceras; e incluso cuadernos originales cedidos por miembros del grupo en los que se intuyen los esbozos que más tarde se han hecho realidad. "Una de las actividades que diseñamos con motivo de nuestro quinto aniversario trata de mostrar a la ciudadanía los dibujos que hacemos como grupo y cada uno de nosotros como persona", señala Miriam Ruiz. "En realidad son obras que se quedan en libretas y normalmente no se ven; como mucho aparecen en las redes sociales".
A tal efecto, cada pieza deja entrever las inquietudes de su creador mediante el uso de diferentes técnicas - por ejemplo, en color o en blanco y negro - y modelos. En la muestra coexisten dibujos en diversos formatos; de pequeños y cuadrados a más grandes y panorámicos o verticales; también se aprecian algunos originales y otros impresos. "En nuestras sesiones ya habíamos visitado distintas sedes del MUCC", explica Ruiz, que desvela cómo nació la iniciativa de describir el museo con un pincel. "Entonces, surgió la idea de juntar los diversos espacios culturales en una exposición, y qué mejor que estar dentro de uno de ellos como el Museo de Etnología". En el recorrido por la sala, entre los paneles, destaca uno en especial. El tótem que preside el centro de la estancia recuerda con fotografías el fin de semana en el que Urban Sketchers Castelló celebró su primer lustro y acogió la presencia de miembros de otras filiales, por ejemplo la de Barcelona.
Dibujar para (des)conectar
La construcción del movimiento artístico se fundamenta en el hermanamiento y la colaboración. De esta manera, la muestra se erige a través de los voluntarios, que llevaron a cabo el montaje previo a su apertura. En este sentido, la iniciativa bebe de la libertad también en el trazo de sus obras y aquello que se representa en ellas. "Hay veces que no son tanto los edificios, sino el ambiente y las personas; porque una construcción, al fin y al cabo, no se mueve", asegura la administradora de Urban Sketchers. "Puede ser que haya alguno que tenga más trabajo, pero la idea es simplificar lo complicado". De este modo, la exposición incluye una estación de dibujo a modo de lienzo en blanco para los visitantes que se "animen" a dejar fluir sus ideas sobre el papel. Paulatinamente, las creaciones se incorporarán a la galería como una vía de participación para mantenerla viva y en constante evolución.
El dibujo supone una actividad polifacética; del entretenimiento individual al aprendizaje y la posterior profesionalización. No obstante, el movimiento urbano apunta hacia una vertiente quizá más desconocida. "Para nosotros, de acuerdo con la experiencia de nuestras sesiones, también se trata de una actividad familiar", subraya Miriam Ruiz. "Por una parte, dibujar desengancha de la rutina frenética, porque te tienes que tomar tu tiempo; pero, por otra, ayuda a conectar con la realidad que quieres plasmar en tu papel". De entre todos los entornos, Urban Sketchers elige dotar de libertad estilística a los monumentos de Castelló y las sedes del MUCC para llevarlos al papel y dejar que la sociedad se sumerja en ellos hasta el próximo 9 de marzo en el Museo de Etnología de la ciudad.
