VALÈNCIA. Una obra propia, una que le ha marcado y otra que le gustaría haber hecho para dar forma a un reto: autodefinirse en tan solo tres piezas. Desde Culturplaza proponemos a diferentes agentes culturales valencianos jugar a los autodefinidos para conocer mejor su trabajo, gustos e inquietudes, y todo ello a través de las piezas (propias y de otros) que mejor captan su esencia. 

En esta peculiar biografía los artistas se ponen frente al espejo para describirse a través del arte que les rodea. 

Hoy juega a los ‘Autodefinidos’ la banda valenciana Cien Galgos.

Una obra propia

- ¿Qué trabajo encapsula mejor vuestra esencia?

-Dorsal 33.

Nuestro último sencillo es un tema a través del cual hemos definido la forma de crear lo que será nuestro primer disco, incluso nuestra voz (tanto literal como figuradamente). También es una canción que nos recuerda que siempre hay otra manera de hacer las cosas, que el cambio está en nuestra mano y que llegarán nuevos caminos que recorrer. Nunca viene mal recordarlo.

Una obra prestada

- ¿Qué pieza de otro creador os ha marcado?

-Mi Próximo Movimiento, de Él Mato a un Policia Motorizado.

Es un tema muy significativo para nosotros. Lo escuchamos y cantamos (o más bien gritamos) juntos prácticamente desde que nos conocemos en todos los viajes en coche que hacemos por este universo musical. “Tuve miedo pero ya se fue”. Más que una canción es un himno. 

Una obra soñada

- ¿Qué obra de otro creador os habría gustado hacer?

-Cheater, de Pom Poko.

Un disco perfecto. Nuestro reino por Cheater. Los noruegos consiguieron hacer aquello que ambicionamos: ser raros y ruidosos a la vez que emotivos y honestos. Nosotros no hemos ido a la Berklee, pero nos lo trabajamos mucho.