CASTELLÓ. Como un 'Raggio di Sole'. Así brilló Mawot en el Benidorm Fest. El artista acudía al certamen repleto de "ilusión", con la ambición de ir "a por todas", la intención de "dar la sorpresa" y de "convencer a todos de que su canción debía "ser una de las finalistas". Dicho y hecho. Todas estas intenciones que el de Almassora desvelaba a Plaza semanas antes de desplazarse a la costa de Alicante se hicieron realidad, pues el cantante se plantó en la final (contra todo pronóstico, pues su propuesta era la menos escuchada de las 16 en Spotify) y logró un meritorio octavo puesto.
Ahora, una vez pasadas dos semanas de la prueba y dejado atrás todo el vaivén de emociones que la misma conlleva, Mawot vuelve a atender a este diario para hacer un balance de cómo vivió la experiencia y tratar temas como el éxtasis del pase a la final, la satisfacción por el resultado obtenido y el qué le espera a partir de ahora en el mundo de la música.
-Pasadas dos semanas de la final del Benidorm Fest y con las pulsaciones ya mucho más bajas, ¿qué balance haces de tu participación?
-Definiría mi participación como maravillosa. En el Benidorm Fest he encontrado todo lo que andaba buscando, que no era otra cosa que plantearme un reto personal y profesional y desmostrarme a mí mismo si era capaz, después de tantos años, de hacer lo que he hecho y hacerlo, además, de una manera digna. Visto el resultado, que pude pasar a la final, ejecutar bien la canción y vivir una experiencia muy bonita, el balance es precioso.
-Cuando hablamos en diciembre, me dijiste que una de tus intenciones era ir y dar la sorpresa. Vaya si la diste...
-Uno no es que sepa el futuro ni nada, pero, por edad y experiencia, sí que iba dejándolo caer en alguna entrevista y contextualizándolo todo en su justa medida. Soy una persona que de repente ha aparecido ahí, que tengo un bagaje como productor musical pero a la que no conoce y sigue nadie. Lo lógico, por tanto, es que en los listados mi canción apareciera como al última o la penúltima. Sin embargo, en el Benidorm Fest actúas en unas circunstancias especiales de escenario, de gente y de exposición, circunstancias que pueden pasarte factura y que yo, gracias a mi edad y mi experiencia, supe manejar, estar tranquilo y tener claro que mi potencial estaba en la calidad vocal. Todas estas pequeñas cositas me iban de cara, cosas con las que no se cuenta en los listados de canciones que hace la gente y que una vez allí te recolocan. Yo, por lo tanto, supe jugar y aprovechar mi baza, que no era otra que ese control que te da la expereincia.
-Dime la verdad, una vez finalizada tu actuación en la semifinal, ¿cuál fue tu sensación? ¿Esperabas el pase a la final?
-La secuencia es la siguiente. Yo entré tranquilo al escenario y, durante la actuación, fui combatiendo con mis demonios de afinación, de cámaras y, al mismo tiempo, iba viendo que el público no reaccionaba igual a mi actuación que a la de otros compañeros. Entonces, intenté manejar como pude esa lucha mientras actuaba. Al acabar, llego a la Green Room y enseguida vienen cinco de mis compañeros a felicitarme y a decirme lo bien que había cantado. Yo, esa sensación no la tuve encima del escenario, pero fue un poco ahí cuando empecé a pensar que alomejor sí podía pasar a la final. Pero lo cierto es que no me lo esperaba, en ese momento no pensaba que mi ejecución hubiera estado tan bien.
-¿Qué sentiste al conocer que estabas clasificado?
-Te voy a ser honesto. Como yo he ido en un plan de absorber todo en todos los sentidos, de estar tranquilo y de estar relajado, creo que mi suerte ha sido el no tener picos de emoción. Por un lado, me sentí muy a gusto y satisfecho, pero no desde la euforia, sino desde la calma. Creo que lo mejor que he hecho ha sido el tener un control emocional de todo, de ir relajado y de disfrutarlo.
-No sé si es posible que afrontaras la final con algo más de responsabilidad o presión al ser el voto del jurado el que te metió en ella o, en cambio, lo viste como una nueva oportunidad y lo disfrutaste más si cabe.
-La segunda. La tensión real, para todos los artistas, está en el acceder a la final, sin embargo, yo eso ya lo había vivido. En 2001, mi actuación en el Festival de Benidorm ya me enseñó lo nervioso que te puedes llegar a poner por todo el hecho de pasar o no, y yo tenía claro que no quería volver a vivir nada de eso. De hecho, todo el mundo se relajó y actúo en la final mucho más relajado. En mi caso, yo estaba igual de tranquilo, por lo que solo pensaba en qué podía aportar yo nuevo para lograr ir a Eurovisión.
-¿Pones algún 'pero' a alguna de tus dos actuaciones?
-No he vuelvo a ver ninguna de las dos actuaciones. Soy un tipo al que no le gusta volver a verse ni revisitar mucho lo que hace. Sí que me gustaría tener las dos semifinales y la final enteras guardadas, en formato audiovisual, para verlas con calma y verlo desde fuera. Además, es que yo siempre me veo fallos y soy extremadamente autocrítico. Pero, de lo poco que he visto, estoy bastante contento en términos de afinación y de balance de cómo estaba yo de seguro. En general, me ha gustado y quiero dejarlo así.
-¿Crees que el mensaje que tratabas de transmitir con 'Raggio di Sole', el de la importancia sobre cuánto importante es cuidar a nuestro niño interior y sanar las huellas emocionales de la infancia, ha calado entre el público?
-A nivel emocional, todo el mundo me recalca dos cosas. En primer lugar, mi afinación y mi ejecución vocal, pero también es verdad que iba a eso, a cantar. Por otro, a nivel escénico, lo que más caló fue el final, el momento en el que me giro y está la silueta de mi hijo. Eso, a la gente le emocionó mogollón, y me quedo más con eso que con el hecho de si la canción ha llegado a transmitir el mensaje o no, pues creo que tal como está compuesta, con los dos idiomas y demás, es muy difícil captar el mensaje real. Entonces, que cada uno la reciba como quiera.

Mawot, en el Benidorm Fest - RTVE
-¿Qué se siente al estar encima del escenario del Benidorm Fest?
-En mi caso, por suerte, lo he vivido desde un punto de vista sosegado. Cumplir años, para hechos como este, es muy bonito. A nivel emocional y a nivel de carga escénica, yo ya había experimentado todo. Supe gestionar bien tanto la gente, como la relación con las cámaras y conmigo mismo en el escenario. Todos los condicionantes han ido a mi favor, por lo tanto, era una mezcla muy bonita de emoción por hacerlo pero, al mismo tiempo, de controlar la situación y de disfrutarlo.
-Participaste en la misma semifinal que Melody, la ganadora del Benidorm Fest 2025 y quien representará a España en Eurovisión. ¿Cómo viste sus actuaciones? ¿Te gusta 'Esa Diva'?
-Para mí, lo principal es que la canción represente al artista que la interpreta y creo que 'Esa Diva' a Melody le va al pelo. Otro tema es que la canción pueda gustarme más o menos o que pueda gustarme más la de otro artista, pero la canción representa muy bien a Melody y, además, lo va a hacer genial porque es una maquina increíble.
-¿Qué va a ser ahora de Mawot? ¿Te veremos sacando música de forma recurrente o seguirás, como hasta ahora, componiendo canciones para otros artistas?
-Ahora mismo, gracias al Benidorm Fest, voy a estar en RTVE Play comentando la final del Festival de San Remo. Luego, tengo pendiente el cerrar una o dos actuaciones a la que seguramente se sume alguna más. También voy a hacer música para terceros orientada a que se presenten al Benidorm Fest. Por oto lado, tengo en marcha un álbum y voy a presentarme para representar a San Marino en Eurovisión 2026.