CASTELLÓ. El Auditori de Castelló se prepara para recibir este fin de semana 'Vuela', el espectáculo con el que Sara Baras celebra los 25 años de su compañía y rinde tributo a la figura inmensa de Paco de Lucía. Lo hará, además, por partida doble: la bailaora ha tenido que sumar una segunda función tras agotarse las entradas, un gesto que interpreta no como una presión, sino como "una ilusión y una emoción añadidas". Con más de 160 representaciones desde su estreno y una gira que no ha dejado de colgar el cartel de "no hay entradas", 'Vuela' combina memoria, tradición, modernidad y una profunda entrega emocional.
La artista reconoce que este homenaje le permite, además, acercar la figura de Paco de Lucía a nuevas generaciones, a espectadores que quizá solo conocen su nombre pero no han profundizado en su obra. Para Baras, contribuir a ese descubrimiento "es un regalo".
-Has tenido que programar una segunda función en el Auditori. ¿Es una responsabilidad que el público responda siempre a tus proyectos?
-En este caso, yo creo que es más una ilusión, una emoción y unas ganas añadidas al sentir el cariño de este público. A mí me resulta una noticia preciosa que se haya abierto una segunda función. Si ya de por sí tenía ganas de dejarme el alma en Castelló, saber que va a haber doble función por la demanda del público me llena todavía más de satisfacción. Estoy tremendamente agradecida a que el público responda de esta manera.
-No es muy habitual el anuncio de una segunda fecha…
-La verdad es que 'Vuela', que celebra los 25 años de la compañía y que homenajea a Paco de Lucía reúne una serie de cosas muy buenas y nos estamos dando cuenta de ello desde el principio de la gira. Llevamos ya más de 160 funciones, que es una barbaridad, y encima colgando el cartel de localidades agotadas en todas. Ten en cuenta que estrenamos en febrero del año pasado y no hemos parado. Somos una compañía privada que se mantiene del público, y por eso nunca tendré palabras suficientes para dar las gracias. Imagínate la ilusión y la entrega total con la que levantamos el telón… Nos dejamos el alma, el corazón y lo que haga falta.

-¿Cómo consigues que el público sienta a a Paco de Lucía a través de ti?
-Este espectáculo cuenta la evolución que hemos tenido de estos 25 años a través de la influencia de Paco, por lo que la obra puede ser la evolución de cualquiera que mire su vida a lo largo de todo ese tiempo. Hemos dividido la función en cuatro partes. Una es la madera, que va dedicada a la tradición. Otra es el mar, que va dirigida al amor que el maestro le tenía por el mar y a la pasión que sentimos por nuestra propia tierra. Después está la muerte, que es uno de los momentos más delicados del espectáculo, porque intentamos recordar la pérdida de nuestros seres queridos. Pero no lo hacemos con la tristeza de haberlos perdido sino con el agradecimiento de haberlos tenido en nuestra vida y de seguir teniéndolos cada vez que nos acordamos de ellos. Y por último está el volar, que es celebrar la vida a través del baile, de los sentimientos y de la música. Y como no podía ser de otra manera, esa música llega de la mano de Paco, con lo que ya directamente una vuela. Con todo, el público va notando, viviendo y sintiendo lo unida que está nuestra evolución a momentos de la trayectoria musical del maestro, que está muy presente. Después hay espacios más personales entre el maestro y yo, que he tenido la suerte de tenerlo cerca, con sus consejos, su gracia y su amistad, y eso en mí está muy presente en el espectáculo. Y la gente va sintiendo al guitarrista de diferentes maneras. No solamente la música del maestro, sino la música que le dedicamos a partir de lo que él nos ha enseñado, por lo que la esencia de Paco está todo el rato muy presente. El público no solo le respeta por su arte; hay un cariño añadido porque lo sienten y lo devuelve de una manera súper emocionante. Es algo mágico.
-Con el respeto que merece Paco de Lucía, ¿crees que habrá gente que lo descubra gracias a tu espectáculo?
-Sí, y me parece muy interesante porque hay gente más joven que no ha tenido a lo mejor la oportunidad de vivir a Paco de cerca. Puede ser que sepan que es uno de los mejores guitarristas del mundo, por no decir el mejor, pero sin haberlo escuchado demasiado. En nuestro espectáculo algunos descubrirán cosas de Paco, y eso significa mucho. Hay mucha gente que me cuenta que ve o siente a Paco de manera diferente con nosotros, y eso es muy bonito. Con todo el respeto a Paco, que más grande que él no hay nadie, es precioso contribuir a que algunas personas lo puedan descubrir desde el punto de vista de otro artista como pueda ser yo. Con lo que yo quiero al maestro, cuando me dicen que han descubierto algún aspecto de Paco que no conocían viendo 'Vuela'… eso es un regalo.
-¿Casa bien la tradición flamenca con tu baile tan contemporáneo y con esa aura de modernidad que tienes tú?
-Me parece muy importante respetar la tradición. Pienso que todo lo que sabemos es gracias a los maestros que hemos tenido. El flamenco te da la oportunidad de mostrarte tal cual tú eres, por lo tanto tú no eres de esa época, eres de ahora, por lo que sientes y te expresas con el lenguaje actual. Y ahí es donde aparece la propia personalidad del artista, y eso es importante, siempre y cuando tú no te saltes el respeto a los maestros o a las leyes, dicho entre comillas, que hay en este arte. Tienes que hacerlo a tu forma para que salga tu propia personalidad, y eso es lo que hace que realmente sea un lenguaje muy directo y sea de hoy, pero por supuesto con todo lo que has aprendido de tus maestros siempre presente.

-¿No pesa estar 25 años no solo actuando sino al frente de tu compañía, con todos los quebraderos de cabeza que eso implica?
-Es muy curioso, porque en 25 años han pasado muchas cosas, como la pandemia o las crisis económicas. Te recuerdo que somos una compañía privada, así que hemos hecho frente a esas situaciones, y seguimos aquí. Yo miro atrás y me siento súper orgullosa de pensar que nunca hemos bajado la guardia y que nos hemos convertido en un equipazo de gente bestial que se entrega al cien por cien sin ahorrarse una gotita de sudor. De hecho, ese es el lema que nos decimos a nosotros mismos, el de la entrega para seguir creciendo. Continúo a día de hoy con esa ilusión. Probablemente debería de estar cansada, porque he superado ya las 5.000 funciones, he recorrido medio mundo y llevo sin parar desde que empecé, y sin embargo no es así. Me siento muy afortunada y agradecida de la gente que está a mi alrededor y que me ayuda, desde los bailarines hasta el equipo de contratación pasando por los músicos. Son fantásticos y eso es súper importante.
-Y luego está tu público, claro.
-Se lo debo todo a ellos. Mira, a mi público yo le debo mi entrega total. Porque lo respeto. Respeto a la gente que me sigue y al arte flamenco. En estos 25 años no he parado de recibir cariño. Todos los días hay que abrir la persiana, y no es fácil, pero cuando ves que la gente se va con el corazón lleno y feliz tras ver las dos horas del espectáculo no necesito más. Esas sensaciones a los artistas nos compensa el sacrificio de estar una vida dedicada a algo tan complicado como este mundo nuestro.
-¿Tenemos entonces Sara Baras para rato?
-Sí (risas). Me cuido muy bien y tengo un entrenador que me ayuda. Por ahora voy a seguir dando todo lo que pueda y en el momento en el que vea que el cuerpo empieza a fallar o que el cansancio se me apodere quiero pensar que seré honesta conmigo misma. De momento sigo con el baile y con las coreografías y la dirección de la compañía. Como comentabas tú antes, estar al frente de la empresa es muy distinto a solo actuar. En un futuro mi intención es dedicarme a contarle a la gente que empieza todos los consejos que me dieron y transmitirles conocimiento y experiencia. Supongo que habrá un momento para todo. Pero hasta que eso llegue, me encuentro más fuerte y más contenta que nunca. Estoy celebrando que ‘Vuela’ esté gustando tanto y compartirlo y ver que seguimos fuertes es un regalo.